Los nuevos vehículos eléctricos que permitirán reactivar la fábrica de automóviles de Nissan en la Zona Franca de Barcelona empiezan con buen pie. El ministro de Industria y Turismo del gobierno español y exalcalde de la capital catalana, Jordi Hereu, ha invitado a la compañía china Chery -que hace unas semanas selló el acuerdo con la catalana Ebro EV-Motores– a presentarse al Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) del vehículo eléctrico en el marco de las inversiones que está haciendo en las instalaciones ubicadas en la capital catalana. Según ha recordado el ejecutivo español, se han convocado ayudas por más de 1.700 millones de euros a las últimas ampliaciones del programa de promoción de la movilidad conectada y sostenible.
Hereu ha trasladado este ofrecimiento en una reunión en Madrid con el vicepresidente de Chery, Charly Zhang, y el CEO de Ebro, Rafael Ruiz. El ministro de Industria y Turismo ha resaltado que el gobierno español trabaja también en un nuevo plan para apoyar la compra del vehículo eléctrico y ampliar la infraestructura de recarga, se ha reunido con los inversores en la Zona Franca un mes después del acuerdo para producir 150.000 coches hasta el 2029 en las antiguas instalaciones de Nissan en la capital catalana.
Una fábrica con un pasado turbulento
Hay que recordar que la situación de Nissan ha sido una historia turbulenta que parece llegar a su final con esta firma. Los primeros que decidieron entrar en el proyecto de reindustrialización y se presentaron al concurso fueron la marca de vehículos eléctricos Silence y el hub formado por las catalanas Btech y QEV. Sin embargo, la china Chery se había interesado en algún momento por el proyecto, pero no había ninguna decisión definitiva. En primera instancia parecía que la operación se había cerrado, pero los avales para empezar el trabajo fueron cada vez más complicados de conseguir, lo que provocó que el hub tomara la decisión de reformular su estructura.