Sidenor será el nuevo propietario de las participaciones de Trilantic en Talgo. El consorcio liderado por la siderúrgica vasca, que también cuenta con la participación del gobierno de Euskadi, BBK y Vital, ha llegado a un acuerdo para adquirir el 29,77% de la fabricante española de trenes. Así, culmina uno de los seriales corporativos que más se ha prolongado durante los últimos cursos, tras varios movimientos de la Moncloa para garantizar que la industria ferroviaria mantuviera la mayoría de su capital en el Estado.
La operación llega a su fin tras las múltiples maniobras del gobierno español para evitar que una firma que consideran «estratégica» acabara en manos de capital extranjero. El ejecutivo de Pedro Sánchez bloqueó el pasado jueves la ofensiva del fondo estatal polaco PFR, a través de su sociedad inversora Pesa, que había declarado su interés en adquirir Talgo. La barrera se añade a la que ya impidió las inversiones de los húngaros Magyar Wagon, primeros interesados en adquirir las acciones propiedad de Trilantic. Cabe recordar que la palanca legislativa por la cual el ministerio de Economía de Carlos Cuerpo puede bloquear este tipo de operaciones, el escudo AntiOPAs, cayó temporalmente en la primera derrota de la Moncloa en la votación del decreto ómnibus, que finalmente salió adelante con el apoyo de Junts.

Igualando a los competidores
La oferta final por Talgo se ha completado en 5 euros por acción, una mejora de 20 céntimos respecto a la que había planteado Sidenor en un primer momento, que rondaba los 4,80 euros. Concretamente, el consorcio abonará 4,15 euros fijos por acción, además de una remuneración variable de 85 céntimos por unidad según el rendimiento futuro de la compañía, que ascenderían a un total de siete millones de euros adicionales. En total, y en caso de que se activen todas estas palancas, la inversión ascenderá a los 185 millones de euros. Con este desembolso, el grupo vasco iguala el compromiso al que había llegado la compañía húngara Magyar Wagon, así como el que la compañía polaca Pesa, propiedad del fondo estatal PFR, podría haber lanzado antes del bloqueo que le impuso la Moncloa.