La reindustrialización de Nissan ha hecho el último paso de las negociaciones tres años después de que la compañía automovilística anunciara que dejaría la planta que tiene al Consorcio de la Zona Franca, en Barcelona. Este lunes, las autoridades y la empresa que se quedará con los terrenos, la australiana Goodman y el Hub liderado por las catalanas QEV y Btech, han ratificado el acuerdo en una rueda de prensa en la misma sede del consorcio. «Hemos hecho posible aquello que parecía imposible», ha dicho el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona franca, Pere Navarro. El conjunto de empresas tiene el objetivo de empezar la producción de las furgonetas eléctricas con las marcas Zeroid y Ebro a partir de inicios del año próximo y de ocupar el millar de empleados pendientes de reindustrializar a finales de 2024.
Durante el acto de este lunes se ha cerrado el acuerdo después de más de dos años y medio de trabajo de la mesa de reindustrialización, formada por la Generalitat, el gobierno español, el Consorcio de la Zona Franca, Nissan y los sindicatos. Precisamente, la sala que ha acogido la firma de los acuerdos es la misma donde se reunieron en más de 28 ocasiones los miembros de la mesa, que se constituyó el septiembre de 2020. Todos los participantes de la negociación han coincidido en decir que se trataba de un «día histórico» después de unas negociaciones «muy intensas». «Nadie está 100% satisfecho ni insatisfecho y cuando hay tantas partes en las conversaciones sale el mejor resultado posible», ha asegurado Navarro. «Este acuerdo permite dar un paso decisivo en la reindustrialización de Catalunya», ha afirmado el conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent, que ha admitido que algunos de los miembros del Departament «casi pierden la salud» en el proceso.
A pesar de que quien producirá será el hub, los terrenos han sido adjudicados formalmente a Goodman. La operadora logística australiana es quien presentó la candidatura de manera formal y actúa como socio logístico del hub de movilidad. De hecho, gracias a la participación de la compañía australiana el hub ha podido continuar con el proyecto. El concurso prevé un arrendamiento de cincuenta años con posibilidad para alargarlo 20 más y que el adjudicatario invierta al menos 100 millones de euros. Después de las largas negociaciones, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha destacado que el pacto «garantiza el relevo de Nissan» y «da por superada la crisis» iniciada el mayo de 2020, con el anuncio del cierre.
Los trabajadores, el PERTE y los avales
Las administraciones han expresado total confianza con el proyecto del hub, a pesar de las dudas generadas cuando no pudo obtener todas las garantías para acceder a los fondos europeos. «Estoy convencida que la empresa tiene futuro», ha afirmado la ministra de Industria, en el que será uno de sus últimos actos públicos. Finalmente, la empresa recibirá 65,3 millones de estos recursos vinculados al PERTE del vehículo eléctrico, un dinero que permitirán empezar a producir a partir de 2024.
Los trabajadores han tenido que esperar dos años, durante los cuales se han ido agotando las prestaciones de paro. Quedan para recolocar unos 1.300 trabajadores de Nissan, descontadas las jubilaciones y las personas que han decidido dejar la empresa con una indemnización de 60 días por año trabajado. En total, el cierre hizo perder el trabajo a 2.500 trabajadores. Durante el acto, las administraciones han «dado por superada la crisis» iniciada con el cierre de la planta Nissan y han mostrado confianza con el proyecto, que no fue capaz de obtener todos los avales para acceder a los fondos europeos del vehículo eléctrico.