El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino ha incrementado su participación en la compañía hasta un máximo histórico del 20,448% después de recibir acciones vinculadas al cumplimiento de una serie de objetivos definidos por la empresa. Así pues, Del Pino ha sido recompensado con acciones después de completar con éxito algunos de los objetivos que se había marcado la empresa. Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el directivo ha pasado controlar el máximo porcentaje que ha llegado a conseguir.
Del Pino tiene 148.572.311 acciones de Ferrovial de manera directa e indirecta, es decir, a través de sus sociedades y otras empresas, a las cuales se suman un total de 174.580 acciones en forma de instrumentos financieros vinculadas al plan de entrega de acciones. La última aportación de este plan se dio el pasado 8 de marzo, cuando recibió 15.865 acciones por un valor aproximado de 400.000 euros.
Y, además, este hito coincide con la aprobación por parte de la empresa del traslado de la suya sede social a Países Bajos antes del próximo mes de octubre, teniendo como finalidad pedir su cotización a los Estados Unidos antes de llegar al final del año. A pesar de explicar que este es el único motivo de la compañía por el traslado, todavía se está investigando su posible fuga del estado español para evadir impuestos, puesto que otras empresas del Estado cotizan a los Estados Unidos sin marchar. Todo hace pensar, pues, que una de las razones principales de este aumento de acciones es el éxito que ha sido la aprobación del traslado.
Como está repartido el poder en Ferrovial
Actualmente, toda su participación de la empresa está valorada en 4.160 millones de euros. Después de Rafael del Pino -el que ya se ha postulado como máximo accionista-, la segunda mayor accionista de la compañía es su hermana María del Pino (8,2%), seguida del fondo británico The Children’s Investment Fund (8%), el suyo otro hermano Leopoldo del Pino (4,1%) y las empresas BlackRock (3,18%) y Lazard (3%).