La fábrica Nylstar de Blanes ha vuelto a abrir las puertas y poner en marcha las máquinas este miércoles después de que a mediados de enero de este 2023 los propietarios de la empresa presentaran un concurso voluntario de acreedores para cerrar la empresa. Ahora, medio año después, se ha retomado la actividad a la planta, según ha informado la ACN. Este miércoles las máquinas han vuelto a poner en marcha para producir hilo de Nylon 6.6, “el más técnico dentro del mercado textil”, tal como recordaba el presidente del comité de empresa, Xavier Cherino. De cara a este jueves se pondrán en marcha más máquinas que tendrán que facilitar la producción de las 80 toneladas que han encargado los proveedores a la fábrica catalana.
La reanudación de actividad a la industria de Blanes llega medio año después de que la empresa entrara en concurso de acreedores. De momento habrá unos cuarenta trabajadores en activo, pero Cherino, se ha mostrado confiado en el hecho que se abre la contratación pronto “si la producción va además”. En esta línea, Cherino ha asegurado que la planta está “bastante ajustada a la producción baja” a la espera del futuro que habrá en la fábrica. A pesar de todo, el presidente del comité de empresa confía que haya más contrataciones si la demanda aumenta. El objetivo es llegar a los 80 trabajadores que había en el momento del cierre de la factoría a principios de año.
Este retorno a la actividad se ha hecho después de que un interesado en la compra de la fábrica haya abierto una línea de crédito. A pesar de todo, todavía se mantiene el anonimato de este posible comprador. El presidente del comité de empresa ha remarcado que todavía estaría estudiando los costes de producción y de mantenimiento que tiene la antigua Safa.
Un año y medio de inestabilidad
En enero, los propietarios de la fábrica presentaron un concurso voluntario de acreedores para extinguir la empresa y despedir los 80 trabajadores de la factoría centenaria de Blanes. De todas maneras, la actividad de Nylstar estaba parada desde noviembre del 2022 a causa del encarecimiento del precio de la energía. De hecho, los responsables de la fábrica aseguraban que había un sobrecoste de 2,2 millones de euros. A pesar de todo, desde principios del 2022 la plantilla estaba inmersa en un ERTE que afectaba el 90% de los trabajadores.