La aguda bajada que la facturación industrial catalana -y de todo el Estado- sufre desde el inicio de la primavera no encuentra aturador. Según los datos publicados este mismo miércoles por el Instituto Nacional de Estadística, el sector productivo catalán ver sus ingresos menguados en un 1,5% en términos interanuales durante el mes de agosto, el último del que se han publicado datos. Si bien Cataluña mantiene una tendencia negativa que no muestra signos de cambiar, el golpazo que ha sufrido el secundario del país es moderado si se compara con el del conjunto de la industria española, con un batacazo año a año del 6,5%. Como ya hace meses que es tendencia, el sector de la producción energética es el que arrastra a la baja los ingresos de toda la estructura industrial, con un retroceso del 17,7% si se compara con el verano del 2022.
Si bien los elevados precios de la energía durante los pasados cursos imponen efectos de base en el análisis y pueden distorsionar el resultado final, justo es decir que no es ni mucho menos el único subsector que registra un hundimiento en su facturación. En el conjunto del Estado, de hecho, los bienes intermedios se acercan a la misma ratio: según el INE, los productos procesados de la parte central de la cadena de valor han generado unos ingresos un 13,1% inferiores a los del año pasado. Menor es el batacazo de los bienes de consumo duraderos -como por ejemplo aparatos tecnológicos-, que no remontan el difícil trimestre y sufren una bajada del 7,6%. También los bienes de equipación -maquinaria industrial, por ejemplo- hacen un pequeño paso atrás, en su caso del 0,9% año a año. Por su parte, los bienes de consumo no duraderos -alimentos, entre otros- mantienen la tendencia alcista que no han llegado a perder durante el curso con un incremento de ingresos del 4%.
Todos los territorios caen
Solo tres territorios de todo el Estado registraron durante el mes de agosto incrementos en la facturación de sus industrias: las Canarias, con un llamativo 9,5% más; La Rioja, que marca un 3,7% más que el año anterior, y el modesto 0,5% con qué el País Vasco sostiene sus niveles de negocio industrial. Entre las regiones de actividad similar a la catalana, la Comunidad Autónoma Madrileña sufre una caída del 4,3% en términos interanuales -mucho peor que la cifra catalana pero todavía por encima de la media estatal-. La cifra de negocio de la industria al País Valenciano, por su parte, cae un 7,5%, un golpe sustancialmente peor que el del conjunto del Estado. Hasta siete regiones retroceden a un ritmo de dos cifras, con las Islas Baleares (-16,6%) y Cantabria (-16,8%) como grandes protagonistas de un agosto poco halagüeño para el secundario del Estado español.
Ningún mercado responde
Entre los mercados objetivos del conjunto de la industria del Estado, ninguno parece mostrar visas de recuperación. El peor rendimiento exportador lo registran los países de la zona euro, donde los bienes industriales del Estado lamentaron el agosto un retroceso de la facturación del 6,3% en términos interanuales. Fuera de la Unión, el terrabastall fue más tímido, de un 5,6% si se compara con el mismo periodo del 2022; mientras que los consumidores internos invirtieron un 5,7% menos en productos manufactureros y energía hechos al mercado local.