El consejo administrativo de Nestlé ha destituido al hasta ahora director general de la compañía, Laurent Freixe, por haber incumplido el código de conducta de la empresa. Según detallan a través de un comunicado, han optado por suspenderlo «con efecto inmediato» porque había ocultado una relación sentimental con una trabajadora de la compañía. En detalle, la salida de Freixe, que asumió el cargo en agosto del año pasado, se debe a una investigación sobre una relación sentimental no revelada con una subordinada directa, una acción que ha infringido el código de conducta empresarial de Nestlé. Esta investigación fue ordenada por el consejo de administración y supervisada por el presidente, Paul Bulcke, y el director independiente principal, Pablo Isla, con el apoyo de un asesor legal externo independiente.
Desde la compañía defienden que se trata de una decisión «necesaria», ya que el hecho de mantener -y ocultar- una relación sentimental con una subordinada dentro del entorno laboral va en contra del código de conducta de la compañía: «Los valores y la gobernanza de Nestlé son pilares sólidos de nuestra empresa», defienden. El encargado de relevar a Freixe es Philipp Navratil, que ya ha asumido el nuevo cargo: «Espero colaborar estrechamente con toda la dirección de la compañía, en sintonía con el Consejo de Administración, el presidente Paul Bulcke y el presidente electo para acelerar la ejecución e impulsar con intensidad el plan de creación de valor», ha asegurado el nuevo director general de la compañía.

Nestlé, en crisis
La compañía que acaba de destituir a su director general por incumplir el código de conducta no pasa por su mejor momento. El gigante suizo cerró el primer semestre con un beneficio de 5.065 millones de francos, lo que representa un 10% menos en comparación con el mismo periodo del año anterior. En este sentido, en el primer trimestre también han visto cómo se les reducía el volumen de ventas, motivo por el cual los responsables de la multinacional se ven obligados a hacer una revisión estratégica del negocio que podría terminar con la venta de sus principales marcas. A esta situación convulsa, pues, se añade la destitución.