Naturgy, Galp y Asfaltos Españoles han presentado sendos recursos ante la Audiencia Nacional contra la orden del ministerio de Hacienda que recoge el impuesto extraordinario a las eléctricas. El tributo, aprobado el pasado otoño por el ejecutivo de Pedro Sánchez, graba el 1,2% de la facturación de las grandes compañías del sector energético, aquellas con unos ingresos superiores a los 1.000 millones de euros. Culmina así la tensión avivada por las mismas multinacionales españolas contra un tributo que, en los casos más sangrientos, cercaría la décima parte de sus beneficios.
En concreto, la multinacional presidida por Francisco Reynés ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra la orden ministerial que establece los modelos de declaración y pago del tributo. La vía judicial entra en funcionamiento después de acusaciones por parte de la compañía de «incumplimiento de la Constitución Europea y el Derecho europeo» en el diseño de la tasa, si bien desde Naturgy no esperan resolución por parte de los tribunales este año, sino «probablemente el próximo año».
Varios denunciantes
Los recursos presentados por Naturgy y también por Galp y Asfaltos Españoles se añaden a los procesos judiciales ya abiertos por parte de la patronal sectorial Aelec, el pasado febrero, y por Endesa. La firma dirigida por José Bogas considera «injustificado y discriminatorio» el tributo, anunciando una afectación de unos 208 millones de euros por año tanto sobre Ebitda como sobre beneficios netos. Justo es decir que las ganancias de Endesa se elevaron hasta los 2.398 millones de euros el pasado curso. Así pues, la afectación del impuesto sobre su balance final no llegaría al 10%. También Iberdrola ha llevado ante los tribunales la medida de Moncloa.
Aportaciones fiscales
Las empresas más afectadas por el impuesto extraordinario a las eèctriques son Naturgy, Repsol y Cepsa. La petrolera presidida por Antoni Brufau abonará, según sus cálculos, unos 450 millones de euros correspondientes a este gravamen durante el 2023 –poco más del 10% de los 4.251 millones de beneficios netos el 2022, un récord histórico y un salto interanual del 70,1%–. Los beneficios de Naturgy se quedaron en los 1.649 millones el curso pasado, un 36% más que un año antes, y espera abonar este año unos 150 millones vía el impuesto –una cantidad que ya tienen prevista en su Ebitda–.
Cepsa espera abonar unos 325 millones de euros. El negocio de refinado de las petroleras, como en el caso de Repsol, eleva sustancialmente la facturación, si bien genera también una gran cantidad de gastos. Así, el abono se eleva hasta el 29% de los 1.100 millones que registró como beneficio neto el ejercicio 2022. Finalmente, Iberdrola tendrá que abonar unos 200 millones de euros, cuando solo durante el primer trimestre del año ya ha declarado unas ganancias netas de 1.485 millones, un 40% más que durante el mismo periodo del año anterior.