El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha alertado que no se puede confiar que el abaratamiento de la energía del primer trimestre continúe durante todo el 2023. Según el directivo, la volatilidad económica de los próximos meses impide «extrapolar» la contención de los costes de la energía a todo el ejercicio. «Es cierto que estamos en una calma bastante estable desde hace unos meses –asegura Reynés– pero veremos el que pasa con la recuperación en general de la economía global«.
Preocupa especialmente al sector la reapertura y recuperación económica de China. El retorno de la demanda energética de la industria china, como avisan voces del ecosistema energético hace meses, puede tensar extremadamente la demanda, elevando sustancialmente los precios. La volatilidad de finales del 2022, recuerda Reynés, disparó unas reservas de gas que no se acabaron de vaciar a causa de las altas temperaturas. Así, el inicio del 2023 ha estado «un poco inesperado, puesto que los precios han aterrizado a niveles más bajos» de los que se preveía –principalmente porque las reservas no gastadas han servido para aumentar la demanda y, por lo tanto, bajar los precios–. En un escenario de más demanda, pero, no habrá esta seguridad.
Transformación energética
La principal palanca en la hora de volver a estabilizar al mercado, apunta Reynés, es la descarbonización. Reynés asegura, pues, que la principal gasística del Estado ha «liderado» este proceso en los últimos años, y que tiene que continuar haciéndolo –si no acentuarlo todavía más–. Cuestiones como el programa Repower EU –el apoyo de la Unión Europea en un programa conjunto de transición energética– o el ambicioso PNIEC de Moncloa tienen que servir de muletas para el tráfico de las empresas hacia la generación verde. El directivo, pero, reclama que se amplíe el foco más allá de las renovables tradicionales para incluir iniciativas de hidrógeno, biometano o herramientas de conservación de la energía.
Unión energética
Repower EU es, de hecho, un ejemplo de los nuevos horizontes conjuntos de las principales potencias de la Unión Europea que reivindica el mismo Reynés. «Europa tiene que avanzar en una política económica común, cosa que no es fácil teniendo en cuenta los mixos tan diferentes y la concepción del mercado de cada país», ha apuntado, destacando la «gran responsabilidad» del sector energético en el logro de los objetivos medioambientales del continente.