Naturgy cierra un 2024 «volátil» con una ganancia de 1.901 millones de euros, un 4,3% menos que el año anterior. La multinacional gasista atribuye el retroceso a la normalización de los precios energéticos, que han caído un 30% desde los picos históricos alcanzados durante la guerra en Ucrania. En este sentido, la empresa celebra la «creación de valor en un contexto energético mucho más exigente» que el que llevó al sector a acumular resultados históricos durante los últimos dos años. El presidente ejecutivo Francisco Reynés apunta que, sobre este balance anual, la compañía «continúa creciendo y transformando su modelo de negocio, impulsando la transición energética» con una importante aceleración de las inversiones para el próximo ciclo, con un monto previsto de 6.400 millones de euros, un 10% más que en el período anterior.
La bajada del beneficio responde a un retroceso de los ingresos importante, del 14,8% interanual, pasando de los 22.617 millones de 2023 a poco más de 19.267 millones el año saliente, según han informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores; nuevamente anclados por la normalización de los precios de la energía. La reducción de los costos y la «disciplina financiera» han permitido, sin embargo, mantener el Ebitda «en línea» con el del año anterior, con 5.365 millones de euros, un 2% menos que un año antes. Estos resultados contabilizan también unas inversiones de más de 2.280 millones de euros, repartidas entre las infraestructuras de su negocio de electricidad y gas y el aumento de su capacidad de generación renovable. El endeudamiento neto de la compañía, sin embargo, repunta ligeramente año a año, con 12.201 millones de euros, unos 109 millones más que doce meses antes; un crecimiento que la multinacional considera en línea con las expectativas, dada la sostenida ratio de deuda/ebitda de 2,3x.
Sobre estas cifras, Naturgy celebra el «cumplimiento» del Plan Estratégico 2021-2024, que culminaba el pasado diciembre. Especialmente en lo que respecta a la capitalización de la compañía: en los cuatro años comprendidos por la hoja de ruta, la acción se ha revalorizado un 11,5%, más del doble que la media de las cotizadas del sector de las utilities durante el mismo período (4,8%). La rentabilidad, además, roza el 15%, con un aumento desde 2021 de 250 puntos básicos.

Inversiones en aumento
Durante los últimos años, la multinacional energética ha culminado una inversión media de unos 2.000 millones de euros al año, correspondiente a la hoja de ruta que dibujaba el Plan Estratégico 2021-2024; lo que ha disparado su potencia instalada en unos 20GW, de los cuales 10 corresponden a fuentes «libres de emisiones». Para el próximo plan, que regirá el ciclo 2025-2027, la empresa espera movilizar capital ligeramente por encima de este umbral, con un total de 6.400 millones de euros estimados «sin incluir potenciales oportunidades de crecimiento inorgánico» -es decir, adquisiciones- que se puedan presentar. De este monto, el 75% se concretará en el Estado español, veinte puntos por encima del 55% que dedicaban a la estrategia vigente hasta diciembre. Por sectores, un 30% se dirigirá al desarrollo de renovables; mientras que el 50% se dirigirá a mejoras en la red eléctrica.
Sobre estos movimientos, las expectativas de balance y valoración son estables. Las estimaciones para el Ebitda hasta 2027 lo sitúan en torno a 5.300 millones de euros anuales, en línea con 2024; mientras que el beneficio debería estar cerca de los 1.900 millones, idéntico al presentado este jueves. Con estas cifras potenciales, Naturgy espera repartir un dividendo ligeramente superior al que ha marcado su estrategia de remuneración del accionista hasta ahora, con un aumento progresivo de 30 céntimos por acción en 2027, con 1,90 euros por título por los 1,60 actuales. Cabe decir que el nuevo plan estratégico ha sido validado por unanimidad por el consejo de administración de la cotizada.