Elon Musk da los primeros pasos para cumplir la amenaza de cobrar por poner tuits. El magnate sudafricano y propietario de la plataforma ha comenzado un nuevo programa de pruebas en Nueva Zelanda y las Filipinas en que los nuevos usuarios tienen que abonar una cuota fija anual para usar las principales funcionalidades de X. Las nuevas cuentas creadas desde los países del pacífico tendrán que abonar una cuota simbólica, de un dólar el año, por poder publicar mensajes o interactuar con otros mediante la red social. La empresa, pero, ofrece una alternativa gratuita, si bien esta no permite ninguna funcionalidad y solo deja a los clientes que opten leer posts y ver fotografías y videos, sin ningún tipo de interacción ni capacidad de creación de contenido propio.
El objetivo de la nueva propuesta, aseguran desde la empresa, es «combatir la proliferación de botes y cuentas de spam» a su plataforma. Según ha hecho público la compañía, la imposición de este modelo de pago es «la única forma de luchar contra los botes sin bloquear usuarios reales». El milmilionari ha reconocido, en una publicación en respuesta al anuncio de la misma compañía, que la medida «no parará completamente» las cuentas de spam y los usuarios automatizados, si bien promete que «será mil golpes más difícil manipular la plataforma».
Un paso más hacia el prémium
El anuncio de Musk respecto del nuevo modelo de pago llega después de meses de desequilibrios alrededor del nuevo modelo prémium, el antes conocido como