La centenaria cosmética catalana Puig anuncia su intención de salir a Bolsa. La compañía familiar, dirigida por el presidente ejecutivo Marc Puig, prepara una oferta pública de venta de acciones para inversores cualificados, así como una venta de títulos ya existentes, salidos de la cartera de la patrimonial de la familia fundadora, Exea. Entre las dos operaciones, la catalana pretende captar 2.500 millones de euros. Todo y la nueva capitalización, los Puig conservarían una participación mayoritaria en el capital, hecho que sostendría el control interno de la operativa. A ojos de la dirección, el anuncio supone un «paso decisivo en los 110 años de historia» de la multinacional. La operación será gestionada por Goldman Sachs y JP Morgan como
La nueva financiación generada por la operación tendría que servir, según la dirección, para refinanciar compras y realizar «inversiones estratégicas». Según el mismo Puig, el nuevo carácter público supondrá un claro impulso hacia la operativa internacional. «El equilibrio de ser una compañía familiar que la mismo tiempo está sujeta a la responsabilidad del mercado nos permitirá competir mejor» a escala global, apunta el directivo, asegurando que las mejoras previstas fundamentan su posición como una de «las mejores compañías familiares del sector de la belleza prémium» al mundo. Fundada en 1914, Puig opera en 32 países, e ingresó el 2023 más de 4.300 millones de euros, un importante crecimiento interanual próximo al 20%.
A la espera de la CNMV
La operación, que servirá en parte para refinanciar las participaciones adquiridas a las empresas Byredo y Charlotte Tilbury. El complemento de estas dos firmas servirá también para concretar una emisión de acciones clase B -las básicas, que ofrecen solo un voto a las juntas- adicional a la OPV anunciada. Los perfiles de gestión internos cerrarán un acuerdo de no disposición durante 180 días desde la fecha de emisión y cotización de las nuevas acciones.