El Consejo de Ministros español finalmente acepta la polémica entrada del operador de telecomunicaciones saudita STC en Telefónica con el 9,9% del capital, según ha confirmado el titular de Economía Carlos Cuerpo. La Moncloa habría tomado la decisión tras un «exhaustivo análisis» de la propuesta; una que asegura que «se salvaguarden los intereses nacionales y se proteja una infraestructura crítica» como es la multinacional del sector TelCo. A tal fin, se han impuesto una «serie de medidas o condiciones», que STC habría aceptado; todo para garantizar «la autonomía operativa» de Telefónica respecto a lo que se convierte en uno de sus grandes accionistas.
Es importante recordar que el movimiento de STC se produjo el pasado mes de septiembre, cuando anunció la inversión de 2.100 millones de euros para adquirir cerca del 10% del capital de la firma que lidera José María Álvarez-Pallete. Lo ejecutó, de hecho, en dos fases: en primer lugar, con la compra del 4,9% del capital social de la empresa; y, en segundo, con los cinco puntos adicionales fundamentados en derechos financieros. La estrategia respondía a la limitación que establece la normativa española, que da derecho al ejecutivo a vetar una transacción por más del 5% de una empresa considerada estratégica -y Telefónica lo es-. Así, Cuerpo ha comunicado este jueves el sí a la segunda parte de la ofensiva de la saudita, que se establece como tercer accionista de la multinacional de telecomunicaciones.

El Estado se mantiene por encima
Por encima de STC permanece el mismo gobierno español, a través del SEPI, que lanzó una operación para adquirir el 10% del capital social de la compañía como respuesta al movimiento saudita. Ya con un pie en el consejo de administración -mediante el directivo de la sociedad de participaciones industriales Carlos Ocaña– Moncloa plantea incluso escalar la participación hasta el 12%. Aún es, sin embargo, «pronto» para estudiar esta nueva compra, a juicio de Cuerpo. Telefónica, asegura el ministro, se encuentra en un «momento óptimo para apostar por ella»; pero el Estado permanece por ahora como primer titular de la compañía. Por lo tanto, cualquier inversión adicional no sería ejecutada a corto plazo.
La «puerta abierta» al consejo
En sus declaraciones, Cuerpo ha declinado lanzar una opinión sobre la posible entrada al Consejo de Administración de Telefónica de la saudita, asegurando que es una decisión que «compete a la compañía». Los inversores sí han dado pasos en este sentido: en un comunicado tras el anuncio, han celebrado que el sí de Moncloa les otorga «el derecho a nombrar un representante» en la dirección de la TelCo. «La aprobación supone un avance significativo para el grupo», aseguran. Aún así, reiteran su voluntad de integrarse en la estructura y estrategia existente de la multinacional. El consejero delegado de la operadora, Olayan Al-Wetaid, mantiene «la confianza en el liderazgo y visión estratégica de Telefónica con la expectativa de trabajar juntos para crear valor para todos los accionistas».
La inversión de Criteria
En el ranking de propietarios de Telefónica, entre el SEPI y los sauditas, consta Criteria, el vehículo de inversión de la Fundación ‘La Caixa’, que se lanzó el pasado mes de julio al capital de la TelCo para elevar su participación hasta el 9,99%. Aunque permanece por debajo de la corporación pública, la firma de Ángel Simón contempla llegar incluso al 10,1%, un nivel que la convertiría en primer accionista. Cuerpo, en este sentido, valora las posiciones mayoritarias como una garantía que «asegura el interés español en materia de defensa», dado que una posición demasiado amplia de un actor extranjero en una compañía estratégica podría convertirse en un riesgo en cuanto a relaciones internacionales.