Un estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA) culpa al “oligopolio agroalimentario” del “encarecimiento persistente” de la cesta de la compra que se ha producido en los últimos años. Entre 2019 y 2024, el precio de los alimentos se ha disparado un 35% en España, según los datos del Banco Central Europeo (BCE). Una de las causas “estructurales”, según recoge el informe, es la gran concentración empresarial del sector, que lleva a un sistema “oligopólico que maximiza beneficios” de unas grandes empresas que tienen una posición dominante en toda la cadena de producción y distribución. La principal prueba de cargo de su tesis es que los márgenes empresariales del sector agroalimentario han crecido un 38% en los últimos cuatro años.
Rubén Martínez y Adrià Rodríguez, autores del estudio Por qué sube la cesta de la compra, también señalan las carencias de la regulación pública a la hora de contener la inflación de los productos alimentarios y proponen controlar los precios de los alimentos esenciales, que son los que más se han encarecido en los últimos años. También reclaman reorientar los subsidios y la fiscalidad para priorizar el interés general y revertir esta dinámica. El estudio, que también ha tenido en cuenta “causas externas” como los costos energéticos, las disrupciones logísticas o los conflictos geopolíticos, centra su análisis en las dinámicas empresariales del sector agroalimentario como factor “estructural” detrás del encarecimiento de la cesta de la compra.
La inflación alimentaria, que tuvo su pico después de la invasión de Ucrania en 2022, “se ha convertido en una de las principales fuentes de estrés económico para miles de hogares”. De hecho, según el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la alimentación es el segundo gasto familiar más importante —representa el 23% del sueldo—, solo por detrás de la vivienda (34%).
Cuáles son los alimentos que más se han encarecido
El estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA) calcula que, en los últimos años, productos básicos como la carne o la leche se han encarecido entre un 30% y un 50%, mientras que otros como el aceite de oliva, el café y el cacao cuestan un 80% más. Los autores del estudio también alertan que en los últimos años se ha producido lo que en inglés se llama cheapflation, es decir, que los alimentos más asequibles son los que proporcionalmente se han encarecido más. En concreto, en el estado español el precio de los productos más baratos se han disparado un 37% entre 2021 y 2024, mientras que los más caros se han encarecido un 23%. “Este fenómeno impacta especialmente a los hogares con menos ingresos, que sustituyen productos de calidad por opciones más baratas, pero no menos afectadas por la inflación”, advierten.
Según los datos de este mes de septiembre, la inflación alimentaria se mantiene en el 3% en el índice armonizado de precios de consumo (IHPC), pero arrastra la mochila de la inflación disparada de años anteriores. En 2023, por ejemplo, superó el 15% y desde 2019 ha crecido más de un 30%, según el BCE.
Las causas detrás del encarecimiento de los alimentos
El estudio identifica dos causas estructurales para entender la relación entre la inflación alimentaria y el aumento de los beneficios del sector agroalimentario. La primera son las operaciones especulativas de compraventa a corto plazo de ciertas materias primas, lo que provoca variaciones arbitrarias del precio que no tienen relación con la demanda o la disponibilidad. “Durante la crisis alimentaria de 2007-2008, el precio del arroz se triplicó, y el del trigo y la soja se duplicó, sin correlación directa con la producción o la demanda física”, explican. La segunda causa es el proceso de concentración empresarial, que provoca una integración vertical de toda la cadena de suministro que permite a los grandes grupos reducir costos y fijar precios “menos sensibles a la competencia del mercado”. Entre 2021 y 2022, las cinco grandes multinacionales del sector registraron beneficios con incrementos de entre el 75% y el 300%.