La digitalización empresarial es una herramienta cada vez más clave para el avance del sector. En un ámbito en constante evolución, es necesario tener en cuenta cuál es el proceso de adaptación al entorno digital y cuáles son las carencias que afectan la competitividad. En este sentido, un informe reciente del Cercle Tecnològic que analiza el índice DESI (Digital Economy and Society Index) de la Comisión Europea indica que, aunque en las pymes de Cataluña hay un nivel básico de intensidad digital positivo, aún queda mucho camino por recorrer en el uso que hacen las empresas de los macrodatos y de la inteligencia artificial, dos palancas esenciales para alcanzar los objetivos digitales de la Agenda 2030.
Más concretamente, el estudio apunta que el uso de la IA por parte de las empresas se encuentra solo en un 8% y el de los macrodatos en un 7%, mientras que el uso de la nube es más elevado, un 36%. Estos datos están bien lejos del 75% establecido como objetivo de la Unión Europea para alcanzar en estos ámbitos para la Década Digital 2030.
Aunque aún quedan metas por alcanzar en lo que respecta a estas tecnologías, el nivel básico de digitalización de las pymes de Cataluña se encuentra en el 80%, muy por encima de la media europea del 69% y casi en el 90% marcado como objetivo para los próximos cinco años. Desde el mismo Cercle Tecnològic, el director general, Xavier Sellarès, señala la novedad de estas tecnologías concretas, como la inteligencia artificial, como una de las razones por las que todavía se observa un bajo nivel de digitalización en estos ámbitos, mientras que en aspectos como el almacenamiento en la nube se observa más implementación. “Además, la IA y el big data son tecnologías más disruptivas que requieren más esfuerzo para aplicar”, apunta Sellarès.

La brecha digital entre las empresas grandes y pequeñas
En este sentido, Sellarès asegura que se debe hacer más pedagogía para que desde las empresas se comprenda cuáles son las posibilidades de aplicación de estas tecnologías en el tejido empresarial. “Desde el mundo empresarial, pero también desde las administraciones públicas, es necesario saber explicar cómo poner en valor las tecnologías, y su impacto en los negocios”, ha explicado Sellarès. Desde el Cercle Tecnològic también se destaca que las empresas más grandes han mostrado desde un inicio más interés, que actualmente se debe trasladar a compañías de otros tamaños para potenciar su impacto. De hecho, un informe de UGT -que recoge los datos del INE y el Eurostat- muestra una brecha digital entre las empresas más grandes, de 250 trabajadores o más, y aquellas más pequeñas. Concretamente, este estudio se centra en la inversión en inteligencia artificial, donde las empresas grandes destinaron más recursos en comparación con las pequeñas, que redujeron la inversión que hacían en esta tecnología.
Desde Pimec, el presidente de la comisión de Digitalización e Innovación de la patronal, Joan Josep Berbel, afirma que las pymes, sobre todo las empresas más pequeñas, “transmiten dificultad para adoptar las nuevas tecnologías” aunque se han adaptado las herramientas básicas. En esta línea, Berbel destaca que “el concepto crítico para las pymes es la adopción tecnológica”. “El impulso de los kits digitales ha podido servir para aportar mejoras, como nuevos hardwares, hacer una web para un negocio o la implementación de la factura electrónica. Pero el problema aparece cuando se deben interiorizar las tecnologías”, indica Berbel. La patronal destaca también que este proceso de adopción va más allá de las subvenciones que han podido recibir las empresas en momentos puntuales: “cuando desaparece esta ayuda debes tener en el equipo a profesionales formados para que hagan un uso efectivo y continuado de las tecnologías”.
En este marco más limitado en el que se mueven las pymes, se encuentran con una estructura insuficiente para poder aplicar las novedades tecnológicas al ritmo de desarrollo del mercado, “a pesar de saber el potencial que les pueden aportar”, aseguran desde el Cercle Tecnològic. Aun así, desde Pimec afirman que “el reto de la próxima década” es que se pueda entender que la importancia de integrar la digitalización como elemento de competitividad.

La adopción de las posibilidades tecnológicas en los negocios
“Se debe implementar en el ADN de la empresa que con la adopción de la IA y la gestión de los macrodatos se pueden reducir costos y aumentar ingresos, por ejemplo; es necesario comprender que hay muchas posibilidades”, asegura Berbel. Además de encontrar muchas posibilidades que se pueden adaptar a su negocio, las empresas encuentran el reto de estar en constante actualización en cuanto a las nuevas tecnologías que surgen. Con la implementación más progresiva de estas herramientas, las empresas pueden mejorar la falta de eficiencia, optimizar sus recursos, o ahorrar tareas administrativas y de producción: “El potencial de estas tecnologías va más allá de las funciones básicas”, añade Sellarès.
Aparte del uso de la nube, los macrodatos y la inteligencia artificial, todas las empresas se encuentran vulnerables a otro reto: la ciberseguridad. Aunque los datos del índice DESI de la Comisión Europea no aportan cifras exactas sobre cuál es la adaptación digital en este ámbito, desde el Cercle Tecnològic aseguran que “es un ámbito transversal que también impacta a las empresas, no solo a los usuarios o los órganos públicos”. De hecho, las pymes se ven fuertemente afectadas por estos ataques. Según un informe de Google sobre el “Panorama actual de la Ciberseguridad”, el 60% de las pequeñas y medianas empresas europeas se vieron abocadas a cerrar después de sufrir un ciberataque. En este sentido, el Cercle Tecnològic afirma que “si la digitalización es el camino hacia el que nos dirigimos, este debe contar con una seguridad adecuada”.