La profunda crisis de la industria europea no encuentra luz al final del túnel. El último índice de gestores de compras -una ratio elaborada de acuerdo con las percepciones de los compradores empresariales que dibuja la tendencia de la economía general o de uno de sus sectores- ha vuelto a situarse en niveles de retroceso durante el mes de noviembre. Cabe recordar que el PMI indica crecimiento siempre que se encuentre por encima de 50; mientras que una cifra inferior muestra una tendencia recesiva. En el caso del undécimo mes del año, el manufacturero de la UE registra un índice de 45,2, una contracción aún más intensa que la de octubre, cuando se quedó en el 46. «Es como si la recesión manufacturera de la zona euro no tuviera fin», ha declarado Cyrus de la Rubia, el economista en jefe del Hamburg Commercial Bank, institución encargada del estudio.
En opinión de De la Rubia, los datos de noviembre son «terribles». Lo son, además, de manera generalizada: el PMI industrial alemán se mantiene en posiciones extremadamente bajas, con una ratio de 43, mientras que el francés cae más de un punto y se sitúa en el 43,1. El italiano, por su parte, se queda en 44,5, frente a los cerca de 47 de octubre. Así, las principales potencias económicas de la UE no solo encadenan meses con el secundario en claro descenso, sino que agravan mes a mes su crisis. Según el economista, además, no hay visos de una resolución inmediata: las cifras muestran, lamenta, que la recesión industrial se mantendrá «como mínimo hasta finales de año».

El notario de este empeoramiento generalizado de la capacidad industrial, añade De la Rubia, es el empleo. Durante las últimas semanas se ha hecho evidente que las compañías productivas de los 27 comienzan a aplicar importantes recortes de plantilla para cubrir las prospectivas caídas en los balances. El caso más relevante es el del grupo alemán Volkswagen, que amenaza con cerrar tres fábricas en Alemania, dejando en la calle a «decenas de miles de personas», según los sindicatos. Así, el experto advierte que «los planes de reducción de costos sugieren que la Unión se encamina hacia tasas de desempleo más elevadas».
La excepción española
Solo una de las grandes economías de la UE se salva de lo que el jefe de estudios de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Ramon Rovira, denominaba «la anemia industria europea»: la española. Según el estudio del banco comercial de Hamburgo, el PMI manufacturero del Estado se ralentiza, pero no lo suficiente para llegar a tasas negativas. El índice se situó en 53,1 en noviembre, una caída importante respecto del 54,5 de octubre, pero que mantiene el sistema productivo español fuera de los números rojos. Cabe decir que, según el último informe de coyuntura económica de la misma Cámara, la industria es uno de los principales motores de la buena tendencia económica catalana, que lidera, por ahora, el mundo fabril del sur de Europa. Además, los destrozos provocados por la DANA en la Comunidad Valenciana podrían convertirse en un golpe de suerte para las fábricas, dado que será necesario reponer desde maquinaria hasta automóviles, pasando por productos de consumo o bienes intermedios. Sin embargo, «este auge probablemente no durará». Por tanto, para De la Rubia, no se puede confiar la salud industrial a la recuperación valenciana.