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La gran banca se dispara en la bolsa y duplica su valor en 2025

Las empresas cotizadas, especialmente las más grandes, están entre los actores económicos que sí han notado el crecimiento del PIB por encima de la media europea del que presume el gobierno español en los últimos tres años. El ejecutivo de Pedro Sánchez puede presumir, este 2025, de haber llevado al Ibex-35 a sus máximos en más de tres décadas. El selectivo español se ha beneficiado de un entorno global favorable para dispararse hasta los 17.308 puntos, el segundo mejor registro de la historia -solo por detrás de 1993, cuando la entrada en vigor del tratado de Maastricht hacía prever a los mercados que se beneficiarían de una Europa unida que nunca ha llegado-. Con un crecimiento cercano al 50% en los últimos 365 días, corporaciones de todos los ámbitos se han disparado hasta valores accionariales inauditos. Un sector, sin embargo, ha vivido por encima de todos los demás: la banca.

A pesar de las expectativas tibias con que los analistas financieros comenzaron el ejercicio, lastradas por las sucesivas bajadas de tipos de interés, los principales bancos españoles comerán las uvas más que satisfechos. Las seis compañías financieras del listado madrileño –CaixaBank, el Santander, BBVA, el Sabadell, Unicaja y Bankinter– han ganado cerca de 190.000 millones de euros en valor solo en 2025, una escalada superior al 100%. Con esta escalada, la banca consolida su posición como la cara visible del Ibex, con más de un 30% de la cotización total del selectivo, según confirman los analistas de la casa XTB.

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu / Banco Sabadell
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu / Banco Sabadell

Los supervivientes de la OPA

Los dos protagonistas del curso bancario han sido el BBVA y el Banco Sabadell, que se liberaron a finales del mes de octubre de un proceso de OPA que los lastró durante más de un año y medio. Los augurios contra la acción de la entidad catalana no se han cumplido, y ha cerrado la última sesión del ejercicio con los títulos a punto de los 3,4 euros, muy cerca de los máximos que alcanzó a mediados de agosto, justo después de acordar la venta de la filial británica TSB a la rama londinense del Banco de Santander. La compañía que dirige César González-Bueno y preside Josep Oliu, así, se ha lanzado más de un 90% desde el 1 de enero, cuando la acción cotizaba poco por encima de 1,8 euros.

Vale decir que guardan un comodín que mantiene los títulos apreciados, vinculado precisamente a la operación TSB: durante el primer trimestre de 2026, se espera que se complete la adquisición, y la entidad abone un dividendo extraordinario a cuenta de 2.500 millones de euros, que se traducirá en un pago de unos 50 céntimos por acción, lo que podría erosionar la cotización. Voces financieras consultadas recuerdan que un retroceso generado por la retribución a los accionistas suele recuperarse a corto plazo. De hecho, el pasado lunes, los sabadellenses abonaron su dividendo ordinario de 370 millones de euros, y cerraron la sesión con un alza cercana al 1,3%. Sin embargo, las mismas voces sostienen que un pago tan grande como el que recibirán los inversores en pocos meses puede tardar tiempo en reabsorberse, o bien no hacerlo del todo. Con todo, el Sabadell, que en cualquier entorno celebraría un alza bursátil estratosférica, guarda el dudoso honor de ser el banco del Ibex que menos se ha revalorizado este 2025. Cierra el año, eso sí, valiendo unos 10.000 millones más que en enero, y ya supera los 16.000 millones de cotización.

La otra cara del conflicto bancario aún tiene más que celebrar, si mira sus acciones. La cotización del BBVA ha hecho bueno el aviso que lanzaba Oliu durante el asalto sobre el Sabadell: que el mercado pensaba que la OPA no generaba valor para los accionistas vizcaínos y, por tanto, lastraba su valor en el mercado abierto. El 16 de octubre, horas antes de que los accionistas vallesanos rechazaran masivamente su oferta, el banco que preside Carlos Torres valía unos 15,7 euros por acción. Tres meses después, se ha disparado más de un 30%, y supera por primera vez en su historia los 20 euros, con una capitalización total cercana a los 115.000 millones. Fuentes del mercado, sin embargo, también identifican una cierta sobredimensión en la mirada del mercado hacia BBVA: el capital que había reservado para adquirir el Sabadell, una vez fracasó la iniciativa, está disponible para repartir entre los inversores, y el banco vasco ya ha finalizado un programa de recompra de acciones de más de 900 millones de euros y tiene en marcha un segundo de más de 1.000 millones.

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante una rueda de prensa / Eduardo Parra - Europa Press
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante una rueda de prensa / Eduardo Parra – Europa Press

Los grandes son aún más grandes

Aún por encima del BBVA, los analistas de XTB sitúan como «estrella» del curso al Banco Santander. El gigante financiero que preside Ana Patricia Botín ha alcanzado dos hitos históricos dentro de la banca europea: a mediados de abril, la entidad dejó atrás al suizo UBS y se convirtió en la entidad financiera con mayor capitalización de Europa. Cierra el año con una valoración total de más de 150.000 millones de euros, y consigue mantenerse en el club del doble dígito -las financieras con una acción por encima de los 10 euros- al cierre del curso, un alza del 120% en comparación con la primera sesión de enero, cuando rondaba los 4,5 euros. Además, a punto de cerrar el año, ha plantado otra bandera en la banca de los 27: según datos de S&P Global Market Intelligence, registró un margen bruto ordinario de unos 15.267 millones de euros el tercer trimestre. Con este flujo de ingresos, ha superado la actividad del histórico HSBC, una de las insignias de la banca británica. Lo ha hecho, en buena medida, gracias a la fortaleza del euro respecto al dólar, en tanto que la competencia suele priorizar su actividad norteamericana, y reporta los resultados en dólares. De este modo, gana la primera posición también en esta magnitud, y deja aún más atrás al francés BNP Paribas y al mismo UBS.

Finalmente, CaixaBank también puede decir que ha multiplicado por dos su capitalización, con una ganancia bursátil de cerca de 39.000 millones de euros en solo un año. La entidad de origen catalán es la única de los cuatro grandes bancos del estado que ha conseguido crecer en el último día del año, con un modesto +0,14% que la ha dejado a punto de los 10,5 euros la acción, más del doble de los 5,21 con que comenzó el mes de enero. Finalmente, Unicaja y Bankinter también firman subidas más que intensas, con un 135 y un 93% más de valor en el curso, respectivamente; aunque permanecen muy lejos aún de sus cuatro competidores. La entidad que dirige Isidro Rubiales supera los 3.000 millones de euros, mientras que la de Gloria Ortiz puede celebrar que cierra un curso con más de 10.000 millones de capitalización este 2025.

El presidente del BBVA, Carlos Torres / EP
El presidente del BBVA, Carlos Torres / EP

Debate entre los analistas

Es importante recordar que el 2025 comenzaba con la sombra de los tipos de interés flotando sobre la banca. Entonces, el Banco Central Europeo aclaraba que el crédito se abarataría con fuerza y, por tanto, el principal motor de los márgenes empresariales de las entidades españolas -históricamente más dependientes de los ciclos económicos y monetarios que el resto del sector en la UE- se erosionaría con fuerza. Sobre otro récord de resultados, los analistas debaten sobre qué lectura hacer de la fuerza accionarial que acumulan los principales bancos españoles. El consenso es claro: solo el Banco Sabadell debería tener un ligero margen para crecer, con una media de precio objetivo de unos 3,43 euros, un 1,8% por encima del actual. Todo el resto, si se hace un cálculo combinado, estarían ya por encima del valor que les otorgan los expertos.

Ahora bien, hay un amplio debate al respecto: por ejemplo, en el caso del BBVA, la media sitúa a los vascos un 4,75% por encima de su objetivo, aunque los observadores más optimistas lo disparan hasta los 24,5 euros, un salto del 22%. Similar es el caso de CaixaBank, que debería perder cerca de un 7% para situarse en la media de los objetivos del mercado, aunque hay observadores que le otorgan un margen para crecer del 10%; y con el Santander, que oscila entre un objetivo de 9,5 euros y una previsión ideal de más de 11 euros la acción. Las medidas que implemente el Banco Central Europeo en cuanto al precio del crédito serán esenciales; pero también lo será el consumo interno y la inversión, muy dependientes de la actividad bancaria, y que constan entre los motores del crecimiento catalán y español en los últimos meses. Atendiendo un 2025 que comenzaba sombrío y ha cerrado en máximos, es difícil atreverse a calcular un techo; si bien una caída en un mal momento puede ser aún más perniciosa si ocurre cuando la banca está en la cima.

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