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La desconfianza del mercado arrastra al Sabadell en la bolsa

El Banco Sabadell ha encadenado tres jornadas descendentes en la bolsa, una caída próxima al 6% del valor entre lunes y miércoles. Los títulos vallesanos cerraron la sesión del pasado miércoles por debajo de los 3,2 euros, en mínimos desde que las juntas extraordinarias confirmaron la venta de la filial británica, TSB, durante la primera semana de agosto. Con esta erosión, la prima negativa de la OPA hostil del BBVA también se hizo sustancialmente más pequeña, hasta quedarse cerca del 6%, ocho puntos por debajo de los niveles con los que había comenzado la semana. En medio del periodo de aceptación, esta caída ha activado todas las alarmas en la trinchera catalana, que ve cómo la ecuación que marca el folleto de la operación infravalora al Sabadell menos que antes. El mensaje, sin embargo, deja el vaso más lleno de lo que sugeriría el rendimiento reciente de la acción: la caída, en gran parte, podría responder a las dudas cada vez más acentuadas de los inversores sobre el éxito de la OPA. «Se ha reducido sustancialmente la expectativa que tenía parte del mercado de que BBVA incremente la oferta«, asegura el analista Javier Cabrera, en conversación con Món Economía. Siguiendo las indicaciones del capital, que sostiene que las condiciones actuales no son lo suficientemente atractivas para que la absorción del Sabadell pueda tener éxito, esto la dejaría abocada al fracaso.

La cúpula del Sabadell se ha mantenido reservada en cuanto a la presencia de accionistas cortoplacistas y fondos arbitrajistas en su capital. Los datos no han sido publicados, pero el consejero delegado, César González-Bueno, les ha restado importancia siempre que se le ha cuestionado al respecto. En la comparecencia posterior a la reacción del consejo de administración a la OPA definitiva, el pasado viernes, González-Bueno aseguró que la presencia de este tipo de accionistas era testimonial en la entidad. No obstante, el conjunto de los analistas descuentan que, una vez desaparezca la sombra del BBVA -o cuando el mercado comience a asumir que lo hará- la acción sufrirá una caída. Incluso el mismo CEO, y el presidente, Josep Oliu, han intentado restar importancia a esta tendencia: en un reciente encuentro con minoritarios, Oliu tranquilizó los ánimos, argumentando que la hipotética rebaja será limitada y temporal.

Los analistas están de acuerdo, aunque reconocen que las condiciones actuales hacen difícil aterrizar en un precio objetivo preciso. «La evaluación de la cotización, por ahora, tiene más que ver con la OPA que con los fundamentos del banco», revela Núria Álvarez, experta del banco Renta 4. Esta tensión explica la distancia entre los valores que otorgan las casas de rating. Solo en las últimas semanas, Deutsche Bank ha vuelto a vigilar al Sabadell, y le otorga un precio objetivo de 3,3 euros; mientras que Alantra lo eleva hasta los 3,9 euros. CaixaBank BPI lo sitúa en los 3,7 euros, y el mismo Renta 4 ha rebajado la nota hasta los 3,29 euros, una escala que justifica dar un paso atrás y recomendar a sus clientes «mantener», por debajo del «sobreponderar» anterior.

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, atendiendo a los medios tras el rechazo a la OPA del BBVA / Banco Sabadell
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, atendiendo a los medios tras el rechazo a la OPA del BBVA / Banco Sabadell

«Sensaciones» enfrentadas

Vista esta incertidumbre, «hay inversores que han salido de la acción, renunciando al valor potencial de la subida de precio en caso de que esta no se acabe ejecutando». Sin embargo, un cambio de rumbo de la Vela aún no está del todo descartado -ni por parte de los analistas ni del capital-. Este jueves, el Sabadell ha sido uno de los mejores valores del Ibex, con un alza del 1,2%, dos décimas por encima de la del BBVA. Álvarez defiende, vista esta alza, que aún quedan indicadores favorables a la subida. «Si el mercado tuviera la sensación de que la OPA cerrará sin una mejora del precio, el Sabadell no habría rebotado como lo ha hecho hoy», diagnostica la economista. De hecho, un informe reciente de CaixaBank asegura que «el escenario más probable es una mejora de entre el 15 y el 20%» de la oferta en los próximos días.

No obstante, los eventos del verano habrían «reducido sustancialmente la posibilidad de una mejora suficiente» para entusiasmar a los vendedores. «Si quieren ganar, tienen que pagar más, eso está clarísimo. Y deben pagar lo suficiente para que los inversores del Sabadell lo acepten», añade. Así lo piensan los accionistas minoristas, como han insistido en sus últimas comunicaciones públicas; y también los institucionales, a ojos de Cabrera, que ve en los arbitrajes de los fondos de inversión buena parte de la caída de la semana. «Hay hedge funds que ya lo hacen, esto: entran cuando comienza la OPA y se van cuando ven que el éxito es poco probable»; defiende el analista.

El BBVA «planta la duda»

El fenómeno que explica la caída del Sabadell en las últimas jornadas puede no ser beneficioso para el BBVA, pero el resultado sí que lo es. «Cuando se reducen las expectativas de la OPA podemos ver cierta corrección; pero la Vela se beneficia de que la prima sea más pequeña», reflexiona Cabrera. Con una brecha de valor del 6%, que queda por debajo de los 1.000 millones de euros, el presidente Carlos Torres tiene más cerca unas condiciones atractivas; especialmente después de los llamados a la «disciplina financiera» que han hecho firmas de la escala de la británica Barclays. Interesa a la Vela, pues, ocultar las cartas y preocupar a los inversores catalanes para lastrar el rendimiento del Sabadell en el mercado español. «Están jugando con los tiempos, plantando la duda entre los accionistas», denuncia Álvarez.

El presidente del BBVA, Carlos Torres / ACN
El presidente del BBVA, Carlos Torres / ACN

Especialmente lo hacen con el calendario de la operación. Torres ha insistido a menudo que, de acuerdo con la regulación norteamericana, la última fecha que tiene el BBVA para variar la oferta es el 24 de septiembre, 10 días antes de la resolución definitiva de la OPA. «Cuando llegue ese día, se verá que no mejoraremos y desaparecerá la especulación», argumentaba la pasada semana en varias entrevistas. A juicio de los expertos consultados, hay un cierto juego de trileros en los movimientos de la directiva vasca: es cierto que, en las condiciones actuales, el día 24 se cierra la puerta de la subida del precio; pero el Banco de Bilbao tiene aún diversas ocasiones para reabrirla. Sin ir más lejos, el folleto reconoce un plazo de tres días antes del final de la oferta -es decir, hasta el día 4 de octubre- para ampliar el plazo, con un margen de hasta 40 días adicionales. En caso de que lo hiciera, Torres podría añadir aún más tiempo al margen para escalar la oferta. Y lo haría, seguramente, en mejores condiciones; en tanto que, si los inversores creen que el 24 se acaba el margen regulador, podrían vender en busca de rendimientos inmediatos y, así, arrastrar a la baja la acción del Sabadell.

La trampa financiera mantiene las opciones del BBVA abiertas, pero también podría ser un revés difícil de esquivar, a juicio del economista de Renta 4. Según Álvarez, una ampliación del calendario demasiado intensa, o que se haga demasiado pronto, «demostraría que la adhesión de los accionistas del Sabadell no tiene éxito». «Es una estrategia arriesgada y, con la imagen ya deteriorada del BBVA, no obtendría ningún beneficio», alerta el economista. De hecho, considera que el banco opante tiene mucho que ganar de retirarse -o ser derrotado-. Solo observando el folleto, dar un paso al lado serviría para ahorrar 49 puntos básicos de capital «que se podrían repartir en un dividendo extraordinario». Más allá del dinero que no gastaría, el mercado especula que la OPA, en las condiciones actuales, está anclando el valor del Banco de Bilbao, hecho que justifica el potencial próximo al 10% que otorgan algunas firmas de análisis.

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