El sector de la cosmética y la perfumería catalana lleva un tiempo encontrándose en una de sus mejores temporadas, con el ejemplo más reciente de Puig que debutó en el Ibex-35 en julio del año pasado. La empresa multinacional, que actualmente es la cuarta catalana en la bolsa, fue uno de los debuts bursátiles más notorios de 2024, con una entrada fulgurante en el Ibex 35 sobre una cotización superior a los 28 euros en puntos del ejercicio. Después de decepcionar a los analistas con los primeros resultados dentro del selectivo, no ha visto el mejor inicio de año en sus cotizaciones, pero los analistas aseguran que la empresa puede llegar a tener un 2025 exitoso, especialmente sobre el crecimiento sostenido del sector del lujo. En esta misma línea, el conjunto de la industria cosmética y de perfumería en Cataluña sigue desarrollándose positivamente e impulsando el sector hacia su crecimiento, también más allá del territorio. De hecho, en los últimos datos que se hacían públicos esta semana sobre las exportaciones catalanas, el sector químico sigue liderando como el que más valor genera al exterior, alcanzando los 30.574,3 millones de euros en 2024, con la perfumería, el maquillaje y el cuidado personal como claros protagonistas.
La industria cosmética y de perfumería cuenta con una larga tradición en Cataluña y, a pesar del crecimiento constante que se observa en los últimos años, también cuenta con empresas con una larga historia como por ejemplo Carbonnel, que este año cumple 100 años desde su fundación. Uno de los tantos elementos que destacan del desarrollo de este sector en el territorio es que forman parte compañías de toda la cadena de valor de la producción cosmética, no solo de los productos finales, tal como señala Ivan Borrego, gerente general del Beauty Cluster. “Esta concentración de empresas hace que el sector sea más competitivo porque el ecosistema que encuentran fomenta la innovación,” comenta Borrego. Además de tener la concentración de compañías cosméticas más grande de todo el estado, en Cataluña también toman mucha relevancia todas aquellas empresas biotecnológicas que aportan la ciencia necesaria para los desarrollos de sus soluciones. “Estos activos innovadores también se aplican en los desarrollos de los productos de belleza creados con bases científicas sólidas, que aportan soluciones reales,” destaca Borrego.

El paso a una cosmética funcional
En este sentido, Jenifer Olmos, coordinadora del Máster in Cosmetic Science and Engineering y subdirectora del departamento de Bioingeniería de UIC Barcelona, también indica que las herramientas científicas potencian notablemente la modernización del sector. “Esta evolución también influye en el hecho de que la cosmética vaya más allá de centrarse solo en la belleza, que era la concepción más tradicional. Ahora se busca que esta cosmética sea verdaderamente funcional,” añade Olmos.
Actualmente, el desarrollo con activos biotecnológicos también aprovecha la irrupción que la IA ha supuesto en todos los ámbitos para acelerar las innovaciones, tanto en las formulaciones y el tratamiento de ingredientes, pero también para realizar reconocimientos visuales de la piel y poder ofrecer tratamientos específicos a cada persona, apunta Jenifer Olmos. Con estas nuevas tecnologías es posible hacer un análisis de cuáles son los productos más adecuados para abordar las necesidades de cada uno o incluso crear uno específico para cada cliente. En este sentido, Olmos asegura que se permite consumir menos, pero con una atención más especializada.

La nueva salud catalana
Este factor coincide con una de las últimas tendencias que también predominan en el sector, la sostenibilidad. Olmos explica que las innovaciones para hacer la cosmética más sostenible pasan por la eliminación de los envases, con el crecimiento de los productos sólidos y la reducción de los plásticos, pero también por la búsqueda de ingredientes más respetuosos con el medio ambiente. En este sentido, Ivan Borrego asegura que una cosmética más verde se ha convertido en uno de los pilares de las empresas del sector, que están concienciadas con la necesidad de construir una belleza sostenible, pero también proviene de una demanda de los consumidores. “Estos factores demuestran que hay unos nuevos hábitos de consumo relacionados con el wellness y los cuidados, que se encuentra en la alimentación, el deporte y también en la cosmética,” afirma Borrego.
Gran parte de estos avances provienen de compañías situadas en Barcelona, que en los últimos años ha visto cómo se desarrollaba un hub potente alrededor de la salud. Según un informe de la Cámara de Comercio de Barcelona, la capital catalana es la única ciudad del estado español que se encuentra en el ranking EMEA en captación de inversión global en salud, ocupando la duodécima posición. En este sentido, Barcelona sigue siendo un gran polo de inversión internacional, pero también de captación de talento. Desde el Beauty Cluster, Ivan Borrego menciona que en la capital catalana se sigue viendo una gran distancia entre el desarrollo de la industria cosmética en comparación con la formación académica de este sector que se ofrece en el territorio. Borrego afirma que desde el Cluster se vería favorable hacer crecer la oferta de formación tanto en niveles de educación universitaria, como en otros de educación superior, relacionados con el sector de la cosmética, la perfumería y la ciencia detrás de los tratamientos de belleza.

Exportaciones crecientes ante la incertidumbre de EE.UU.
A pesar de este gap en la formación, la industria sigue en un buen ritmo de crecimiento, también en el extranjero. Entre los productos catalanes del sector de la cosmética que más éxito tienen en el exterior son, en primer lugar, aquellos referentes a los perfumes, así como los preparados de maquillaje o de cuidado de la piel, como por ejemplo la crema solar. Los últimos datos de Idescat apuntan que en los once primeros meses de 2024, el valor de las exportaciones de perfumes superó los 3.245 millones de euros. Aunque a estos datos hay que sumar aún las cifras del mes de diciembre del año que queda atrás, el valor de las exportaciones de estos productos supera por mucho las de los años anteriores, que fueron de 2.274 millones de euros en 2023 y de 1.811 millones de euros en 2022. En cuanto al maquillaje, los datos de 2024, sin contar el mes de diciembre, muestran que también se ha visto un cierto incremento respecto al año anterior, llegando hasta los 897 millones en exportaciones y superando ampliamente los datos de 2022, cuando se exportaron 674 millones de euros en maquillaje y productos de belleza.
Entre los mercados donde más éxito tienen los productos catalanes destaca Estados Unidos, donde los productos exportados, solo en perfumería, ascienden a un importe de más de 510 millones de euros, seguido de Francia, donde el valor de las exportaciones fue de la mitad, unos 255 millones, con Alemania y Reino Unido detrás. En cuanto al maquillaje, Francia se sitúa en la primera posición al recibir productos catalanes, con un valor de 142 millones para 2024.
Según un análisis de la economía catalana desarrollado por la Cámara de Comercio de Barcelona, la cuota de exportaciones de aceites esenciales y perfumería catalanes sobre el total de los productos que se enviaron a EE.UU. es del 9,3%. En este sentido, se plantean todos los impactos que el incremento de aranceles que plantea Trump podría tener en las exportaciones catalanas, concretamente las de la industria cosmética. Por otro lado, aunque Europa y América siguen siendo los dos principales mercados de la perfumería catalana y continúan en crecimiento, en los últimos años también se ha encontrado un aumento en las exportaciones destinadas a Asia. “Allí se encuentra un mercado donde el consumidor valora mucho la calidad de los productos y el precio que se ofrece desde Cataluña en el sector de la cosmética,” asegura Borrego.