La OPA hostil del BBVA sobre el Banc Sabadell deberá esperar unas tres semanas más para llegar a los accionistas. Así lo confirmó el pasado lunes en una intervención en el seminario de economía de la APIE Carlos San Basilio, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El regulador bursátil español espera ahora que el BBVA incluya en el folleto de la OPA -el informe que traslada a los accionistas del Sabadell con las sinergias, los riesgos y los compromisos para la compra del banco- los efectos de las nuevas condiciones impuestas por el gobierno español este mismo martes. El Consejo de Ministros, cabe recordar, ha vetado la fusión de ambas entidades durante entre tres y cinco años, un movimiento que frena en seco, entre otras cuestiones, los cierres de oficinas, los recortes de plantilla o los cambios de las condiciones del crédito, tanto a empresas como a particulares.
San Basilio, cabe decir, coincidió con el presidente del BBVA, Carlos Torres, que también situó el inicio del período de aceptación de la OPA a mediados de julio. Desde entonces, la legislación española permite al potencial comprador establecer una duración del mismo de entre 15 y 70 días, si bien la ley estadounidense obliga que el mínimo sean 30 días. A partir de entonces, los accionistas vallesanos podrán decidir si aceptan vender sus títulos al BBVA con la ecuación de canje vigente. Por ahora, la directiva vizcaína ofrece una acción de BBVA y 70 céntimos por cada paquete de 5,3456 acciones del Sabadell. Torres ha puesto especial énfasis en evitar que las fechas clave de la operación se produzcan en agosto, en tanto que muchos de los inversores implicados estarán de vacaciones, y no prestarán la atención necesaria al procedimiento. En caso de que el BBVA opte por alargar los plazos, la resolución definitiva de la compra debería esperar hasta finales de septiembre.

El Sabadell reclama información
Desde el principio del proceso, el Banc Sabadell ha exigido que, en el momento que la OPA esté en marcha, sus accionistas tengan «toda la información» de los dos proyectos competidores -el Sabadell en solitario y la integración bajo el paraguas del BBVA-. En este sentido, el banco catalán ha exigido al vasco que haga públicas lo más pronto posible las nuevas sinergias de la operación con el veto a la fusión de entre tres y cinco años. Fuentes de la compañía han reiterado a la agencia Europa Press que los inversores deben conocer «el impacto de los nuevos remedios» en el atractivo de la oferta; y sostienen la confianza en «la solidez de su proyecto en solitario». En una comunicación a la CNMV, el Banco de Bilbao ha anunciado que ya ha iniciado el estudio de la resolución del Consejo de Ministros, pero no ha detallado cuándo hará públicos los resultados.