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La banca esquiva las bajadas de tipos y espera repetir récords de beneficio

La banca española se encuentra entre los grandes beneficiarios del ciclo de tipos altos del Banco Central Europeo. Los dos años de presión monetaria que Frankfurt ha impuesto para controlar la crisis inflacionaria han llevado de la mano a las entidades financieras del Ibex 35 a resultados históricamente elevados. Ya sin presiones inflacionarias, y ante la urgencia de reactivar economías nacionales muy dañadas –Francia y Alemania son los dos ejemplos más flagrantes- el regulador monetario europeo encadena ya siete rebajas del precio del dinero, y ha dejado el tipo de referencia en el 2,25%, muy lejos del cerca de 5% que alcanzó en 2023. El consenso del mercado apuntaba a un golpe para los bancos españoles, que ya no podrían confiar en el margen de intereses para sostener sus balances. La primera experiencia, sin embargo, no ha sido catastrófica: Bankinter, siempre el primero en revelar sus cifras, ha elevado la ganancia del primer trimestre en un 35%, una primera pista de que el sector parece poco preocupado por las malas estimaciones de los expertos.

Las expectativas del mundo financiero apuntan a aumentos interanuales en todos los grandes bancos del Estado, aunque pueden ser más modestos que en los últimos trimestres. Según el consenso bancario, BBVA superará los 2.300 millones de beneficio, un ascenso del 5% respecto del mismo periodo del curso anterior; mientras que el Santander escalaría poco más del 10%, hasta los 7.100 millones. CaixaBank espera ganar poco más de 1.070 millones de euros, un 7% más año a año; mientras que el Banc Sabadell tendría el mejor rendimiento comparativo, rozando los 400 millones de euros de balance positivo, un 27% más que entre enero y marzo. Cabe decir que Bankinter, con sus 274 millones, superó con creces las previsiones de los expertos. Sin embargo, según las voces del mercado consultadas por Món Economia, el resto de marcas del selectivo no aguantarán tan bien como la de Gloria Ortiz, y será difícil que desafíen el consenso a esta escala.

«Se irá notando durante todo el año el decrecimiento del margen de intereses», asegura, en conversación con este medio, el analista de mercados Javier Cabrera. «Ninguna entidad se librará». La escala de la bajada dependerá de la entidad, pero, según las lecturas del banco Renta 4, la media rondará el mid single digit, es decir, el 5%. El perfil de los clientes de cada una de las principales hará variar los efectos definitivos. Por ejemplo, la base de usuarios de Bankinter, generalmente de mayor poder adquisitivo, permite una mayor resiliencia a través de las comisiones, dado que la bajada de tipos también incentiva que las rentas más elevadas abandonen el ahorro para abrazar estrategias de inversión. «Es un tema de cambio de condiciones, situación del mercado y hacia dónde se mueve el negocio», asegura Nuria Álvarez, experta en banca del mismo Renta 4. «El año pasado, el margen de comisiones netas de algunas entidades, como Sabadell, CaixaBank o el Santander, cayó. Este año, se espera que la tendencia se revierta», añade.

Las torres de CaixaBank y la Fundación 'La Caixa' en la Diagonal / EP
Las torres de CaixaBank y la Fundación ‘La Caixa’ en la Diagonal / EP

En este sentido, las compañías buscan incentivar este tipo de movimientos -un «trasvase» de los depósitos estáticos hacia otros productos, como fondos de inversión- para cubrir el hueco que dejará el margen de intereses. En este sentido, la guerra arancelaria ha puesto en cuestión la hoja de ruta a corto plazo. La disputa comercial del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hundió las bolsas europeas durante semanas, e introdujo el miedo entre los inversores retail. En caso de que se hubiera mantenido la caída, muchos de ellos habrían dejado sus recursos en cuentas de ahorro y depósitos, limitando las comisiones netas y profundizando el hueco en los balances bancarios. Cabe recordar, de hecho, que los bancos fueron los principales damnificados de los desastres en las bolsas de la UE después del Día de la Liberación, con caídas diarias superiores, en algunos casos, al 10%. La recuperación de las últimas semanas, sin embargo, devuelve la inversión a una cierta normalidad, y se espera que la tendencia a partir de abril continúe en el sentido alcista de los primeros tres meses del curso. «Incluso con la inestabilidad económica, ha habido entradas netas de capital en las bolsas del continente», asegura Cabrera; hecho que confirma las tesis de las direcciones bancarias.

El impuesto a la banca, un golpe débil

Además de las nuevas entradas vía comisiones, los principales bancos del Estado recortarán intensamente una de las partidas de gasto más conflictivas de los últimos dos años: el impuesto a la banca. El gravamen, una de las políticas estrella del gobierno de Pedro Sánchez durante los meses posteriores a la pandemia, supuso una carga de más de 24.000 millones de euros a las seis entidades financieras del Ibex durante 2023 y 2024, más del 4% de las ganancias de CaixaBank, BBVA, el Santander, el Sabadell, Bankinter y Unicaja. Ahora, en primer lugar, el monto a gravar es mucho menor: la nueva tasa erosiona «el margen de intereses y comisiones» de las empresas, y no el conjunto de la facturación, hecho que limita sustancialmente el golpe sobre los balances. Además, se ha introducido un carácter progresivo, que hace escalar el monto con el tamaño de la empresa; así como varias posibles deducciones relacionadas con el pago del impuesto de sociedades. Con estos cambios, por ejemplo, Bankinter ha quedado totalmente exenta de abonar el impuesto, ya que debería pagar unos 54 millones de euros, pero las deducciones por sociedades se elevaban hasta los 70 millones. Álvarez, sin embargo, advierte que el resto de bancos del Ibex no lo tendrán tan fácil: el gravamen, asegura, «no provocará ninguna caída en el beneficio, pero las magnitudes serán mucho superiores a la de Bankinter».

Imagen de archivo de una oficina del Banco Santander / Banco Santander

El gancho hipotecario

La bajada de los tipos de interés hace prever un importante aumento de la actividad crediticia, especialmente en el segmento hipotecario, dada la elevada demanda que detecta el sector residencial. Así, la banca espera también un volumen de operaciones más elevados que pueda equilibrar las pérdidas generadas por los menores márgenes en los préstamos. Sin embargo, el mercado no espera que la cartera de hipotecas sea el motor de los resultados bancarios de este curso. «La cartera hipotecaria irá creciendo, pero no será capaz de compensar la bajada de márgenes», advierte Cabrera, que ve 2025 como un «año de transición» en el que los bancos terminarán de solidificar su negocio con el nuevo escenario de tipos bajos. Álvarez, por su parte, recuerda que las entidades «aprendieron mucho» de la crisis financiera de 2008 en la fijación con el capital hipotecario, y buscan otras soluciones para atraer clientes. «Las hipotecas continúan creciendo, pero son el punto de partida para productos más rentables», argumenta la experta de Renta 4, limitando el efecto de esta partida sobre los beneficios. Igual que Cabrera, Álvarez ve en los próximos años el fruto de una transformación: «los bancos españoles han reducido la sensibilidad al margen de intereses: el trabajo ya está hecho», sentencia.

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