Todo el mundo ha soñado alguna vez con trabajar en Google. No solo la compañía se ha convertido en una de las más pioneras del mundo, sino que su sede de Silicon Valley es mucho más que una oficina. Desde restaurantes a clases de yoga, los trabajadores de la compañía disfrutan de las mayores comodidades en su espacio de trabajo. Trasladar el modelo es complicado en Cataluña, sobre todo por la magnitud de la compañía, pero ya hay start-ups que intentan reproducir el modelo «a la catalana». Kombo es una start-up que ya tiene una plantilla de media docena de trabajadores y surge hace un par de años para facilitar la vida a aquellos empresarios que quieren hacer valer el salario emocional. Con su cantina digital, permiten a las compañías dar una larga lista de opciones a los trabajadores por la hora de comida. Desde pasta a verduras o ensalada, la treintena de proveedores de la compañía trabajan para que los empleados puedan tener un plato a mesa en la hora de comida y -en muchos casos- subvencionado por la empresa donde trabajan.
«Tenemos una plataforma integral para la reestructuración de oficinas», explica Bernat Serrat, cofundador y CEO de Kombo en una conversación con
El funcionamiento de Kombo es bastante sencillo. Cualquier compañía que busque dar este punto de más en sus trabajadores se pone en contacto con la start-up catalana y le da algunas directrices. «El mejor de nuestra plataforma es que se puede personalizar tanto como quieras», dice Serra. Por ejemplo, una compañía puede decidir subvencionar las comidas de sus trabajadores de lunes a miércoles, con un precio cerrado y las opciones culinarias que más gusten de toda la oferta de Kombo. Una vez se han cerrado las bases, los trabajadores pueden decidir el que comen durante los días asignados hasta las 11 de la mañana. Una vez Kombo tiene todos los pedidos, las envía a su proveedor y este los devuelve a los platos. «Todo está concentrado en un centro logístico desde donde nosotros después repartimos los paquetes», explica el cofundador. Alrededor de las 13 h, los trabajadores reciben sus platos y ya pueden disfrutar de su comida: «Es un concepto moderno de cantina descentralizada», comenta Serra.

En cuanto a los clientes, la compañía ya ha conseguido llevar las dietas de marcas como Holded, Shopfy, Skyscanner y Primavera Sound. En total unas cincuenta compañías catalanas ya disponen de los servicios de la start-up, pero la cartera crece cada día. En términos de proveedores, las empresas pueden escoger entre unos veinte restaurantes variados, a pesar de que la oferta que ven los trabajadores es la que su compañía ha elegido. «El único requisito que tenemos para contratar proveedores es que hayamos probado el que hacen y nos guste», ironiza Serra, que concluye que para ellos es necesario que la comida pueda aguantar cierto tiempo fuera de la nevera o el horno y que tenga la medida adecuada por sus envases de transporte. En este sentido, solo hay una única medida de plato y todos los proveedores tienen que trabajar con el mismo, para que sea fácil de aglutinar dentro del centro logístico. «Trabajamos con autónomos y repartidores de última milla y queremos hacerlos la vida lo más cómodo posible», explica el CEO de Kombo.
Cáterin por acontecimientos en un solo clic
Kombo tiene una segunda línea de actuación aparte de su moderna cantina digital. Para la compañía los acontecimientos también forman parte de esta nueva era del tejido empresarial. Es por eso que dentro de las opciones de Kombo también hay una de cáterin por acontecimientos de empresas. Esta parte del negocio, que Serra asegura que es extrapolable a la organización de acontecimientos en un futuro, cuenta con unos treinta proveedores. El funcionamiento es muy similar al de la cantina, Kombo hace de nexo entre el cáterin y la empresa, recoge todos los detalles y efectúa el proyecto para que los organizadores tengan todo preparado en la hora acordada. Con esta idea innovadora, la compañía consiguió una ronda de inversión de 500.000 millones en octubre y ya está preparando una segunda por el año que viene, porque tal como recuerda el cofundador: «Es una plataforma única que se tiene que explotar».