La industria europea se hunde en noviembre y encadena 17 meses de caídas

Las manufacturas europeas profundizan todavía más su caída. Según el índice de gestores de compra publicado por S&P Hamburg Commercial Bank -una de las referencias económicas de los mercados europeos para valorar el rendimiento productivo en el continente-, la valoración del secundario de la Unión se queda en un 43,1. En este índice, hay que recordar, cualquier dato inferior a 50 indica decrecimiento; y la brecha con el aprobado apunta a un retroceso especialmente grave. La mayoría de ramas industriales que se cultivan a Europa, ha avanzado el economista en jefe del banco alemán Cyrus de la Rubia, sufren importantes caídas; mientras que aquellas que mejoran su situación lo hacen «en su mayoría de forma leve, y les falta el dinamismo necesario para declarar una tendencia alcista».

Según el informe de los purchase managers, el noviembre fue un mes especialmente negativo para la demanda de productos manufacturados, hecho que ha implicado la reducción sustancial de la carga de trabajo y, por lo tanto, despidos a todo el sector europeo. A pesar de que la moderación de los precios energéticos ha hecho menguar la columna de costes al balance de las empresas industriales, los precios finales también han caído con contundencia -anclados por la reducción de compras que ha acompañado las subidas de tipos de interés-, a un ritmo similar al que se viene observando desde el mes de mayo. Con todo, solo Irlanda y Grecia llegan al umbral de los 50 puntos que marca la estabilidad; mientras que grandes mercados como Austria, Alemania o Francia se quedan lejos del break even, con puntuaciones alrededor del 42.

Vez para España

Entre los países que registran retrocesos económicos al sector industrial, el Estado español es de los menos afectados, con un 46,3, mucho más próximo al equilibrio en la actividad productiva que sus competidores directos. A pesar de esto, el secundario español continúa «marcha atrás», y encadena ya ocho meses de decrecimiento. El periodo de bajada es, pero, sustancialmente más corto que el que ya sufre Europa, gracias principalmente a los efectos de la excepción ibérica sobre los precios energéticos durante la primera mitad del año. Con el efecto de los tipos de interés sobre la demanda, pero, las manufacturas españolas se añadieron a la tendencia europea y no han conseguido remontar. Para el responsable bancario, la incertidumbre política de los últimos meses ha «oscurecido» el rendimiento de la industria, si bien es posible que a partir de la formación del ejecutivo este factor se desvanezca.