El Banco Sabadell ha ganado 205 millones de euros durante el primer trimestre del 2023, un 4% menos que hace un año. El principal freno para el adelanto del balance de la entidad catalana ha sido, según ha hecho público este jueves, el impuesto extraordinario a la banca. La entidad dirigida por Cesar González Bueno y presidida por Josep Oliu ha tenido que destinar 157 millones de euros a abonar la tasa anunciada por el gobierno español el pasado otoño. Sin el impacto del tributo, apuntan, las ganancias se habrían disparado hasta los 361 millones de euros, lo que supondría un salto interanual del 69,4%.
Durante los tres primeros meses del año, la entidad registra unos ingresos de 1.311 millones de euros, un 2% más que ahora hace un año. Los intereses suponen, como es usual en la banca privada, la gran mayoría de la facturación, con unos 1.100 millones de euros, un aumento del 28,3%; mientras que las comisiones se elevaron ligeramente hasta los 350 millones, un 2,4% más que en 2022. Los gastos de explotación, por su parte, se mantuvieron estables, con una alza del 0,5% que los llevó hasta los 593 millones de euros, mientras que las amortizaciones se quedaron en los 138 millones, un 1,3% más.
La contribución de la filial británica del banco, TSB, se quedó en 53 millones de euros después de registrar un beneficio neto de 54 millones de libras entre enero y el marzo de este año. Con un margen de intereses de 302 millones de euros, un 18,2% más, la rama en el Reino Unido del Sabadell declara crecimiento a todas las verticales de ingresos; mientras que la totalidad de costes se elevó en solo un 1,7%, hasta los 192 millones de euros.
Buena evolución de capital
La ratio de capital del banco se ha mantenido, aseguran desde el Sabadell, «en línea» con sus expectativas todo y el impacto del gravamen a la banca. La CET1 se ha elevado durante el primer trimestre hasta el 12,78%, 33 puntos básicos por encima del resultado registrado durante el primer trimestre del pasado ejercicio; mientras que la de capital total ha frotado el 18,1%, una mejora interanual de 96 puntos básicos. En cuanto al retorno sobre activos (Eructo), ha frotado ya el 10%, como preveía el grupo a finales del pasado ejercicio, si bien sin el efecto del impuesto habría llegado hasta el 11,4%.
La morosidad de los préstamos emitidos por el Sabadell ha caído hasta marzo en 14 puntos básicos, hasta el 3,52%, con un montante de préstamos problemáticos de 5.891 millones de euros. Todo y las turbulencias financieras provocadas por las quiebras de las últimas semanas -especialmente la de Credit Suisse, por su efecto sobre el mercado europeo- Sabadell ha querido transmitir tranquilidad a los inversores puntualizando que hasta el 61% de sus depósitos permanecen cubiertos por el fondo de garantías. La cobertura de liquidez del grupo, además, se eleva hasta el 220% en el conjunto del grupo, mientras que si se excluye el negocio británico crece hasta el 250%.
Efectos diversos del impuesto
El negocio bancario del Estado español está sufriendo el golpazo del impuesto extraordinario a las entidades financieras en grados diversos. Si bien en el caso del Sabadell el gasto ha supuesto una reducción ligera del beneficio, BBVA, que también ha comunicado este jueves sus resultados, no tiene que lamentar ningún retroceso. La medida del banco español ha permitido elevar las ganancias en más de un 39%, hasta los 1.846 millones de euros, todo y la imputación del tributo. En el caso de la entidad presidida por Carlos Torres, la tasa ha supuesto un gasto de 225 millones de euros.