El presidente del Círculo de Economía y ex consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha justificado el cambio de sede de la entidad financiera después del referéndum del 1-O. “Era inevitable”, ha dicho en una entrevista en RTVE. El banquero, que dejó el Sabadell en 2020, se ha mostrado contrario a la propuesta de Junts de incentivar el retorno de las empresas que se fueron de Cataluña en 2017, igual que también descarta sancionar a las que no lo hagan. “Las empresas tienen que poder decidir dónde tienen su sede”, ha afirmado.
Guardiola ha recordado que la ley española, que establece que la sede social de una empresa tiene que estar allí donde tiene su actividad principal, no solo se contradice con la libertad que da la legislación europea, sino que además no se cumple. Ha puesto de ejemplos al BBVA y al Santander, que tienen sus sedes sociales en Bilbao (País Vasco) y Santander (Cantabria), pero sus oficinas centrales están en Madrid. “Es contradictorio. ¿Qué quiere decir actividad principal?”, ha remachado.
La marcha de Cataluña, una decisión “dolorosa” pero obligada
Respecto a la salida del Sabadell, el ex consejero delegado del banco ha asegurado que fue una decisión “dolorosa” motivada por la fuga de depósitos y los informes negativos de los analistas de bolsa, que al día siguiente al 1-O situaron “la independencia de Cataluña como un riesgo”. Las malas perspectivas de los analistas, añade, provocaron caídas en bolsa y aumento del riesgo para los inversores, por lo cual tanto el Sabadell como CaixaBank no tuvieron más remedio que mover ficha. “Solo con el anuncio de cambio de sede muchos depósitos volvieron”, ha explicado.

Con todo, Guardiola ha reconocido que el decreto
Reclama más gestión y un debate sobre inmigración
El presidente del Círculo de Economía también ha aprovechado para reclamar a la Generalitat que deje atrás la confrontación y se dedique a la “gestión” para abrir una “nueva etapa” porque el “país lo necesita”. Guardiola ha apuntado que las energías renovables, la educación o la gestión de la inmigración son asuntos que requieren dedicación total. “Cuando todos los esfuerzos se dedican al debate identitario, se olvidan otras muchas cosas”, ha insistido. El banquero ha reconocido que el gobierno en solitario de ERC ha hecho un “cambio” notable para centrarse en la gestión, pero alerta que es demasiado “débil” para tirar adelante las reformas estructurales que necesita el país.
“Cataluña es un país muy complejo, que ha tenido un crecimiento demográfico espectacular y con problemas de cohesión social”, ha avisado. “La inmigración es una cuestión central y lo será en las próximas décadas, por lo cual es necesario que el debate se sitúe en el centro político, no en los extremos”. Guardiola considera que la inmigración es “imprescindible” para el futuro de Cataluña, pero ha reclamado abrir un debate serio sobre “cómo se gestiona y cómo se hace su integración”.