Grifols lidera las subidas del Ibex este viernes tras los anuncios en la convocatoria de su junta de accionistas. La multinacional catalana reunirá a los inversores los próximos días 4 y 5 de junio para ratificar cambios importantes en su consejo de administración. Según la nota enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los accionistas deberán aceptar dos decisiones especialmente relevantes para la gobernanza de la compañía. En primer lugar, la no renovación del actual presidente no ejecutivo de la farmacéutica, Thomas Glanzmann, en sus atribuciones como miembro del consejo. Glanzmann, cabe recordar, abandonó las tareas ejecutivas a principios de año debido a la desconfianza que generaba entre los inversores sus vinculaciones con la family office Scranton y las actividades de la familia fundadora. Fuentes del capital de la compañía aseguran a Món Economía que el paso atrás del directivo es «una buena noticia, pero no una noticia inesperada«.
A raíz de la comunicación con la CNMV, la bolsa española ha premiado a Grifols, que se ha consolidado durante el viernes como una de las compañías que más se ha revalorizado en la primera mitad de la jornada, con un alza de las acciones del 2,56%. Los títulos de clase A de la multinacional de hemoderivados se sitúan, a las 14.30 del mediodía, en los 8,56 euros, lejos de los mínimos de 7,4 euros a los que habían caído a mediados de abril a consecuencia de la guerra arancelaria lanzada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Las expectativas del accionariado es que el movimiento espolee la confianza del capital, y comience un nuevo período alcista que acelere tras la presentación de los resultados trimestrales. «Los precios actuales son extremadamente bajos. La empresa está mucho mejor que antes de la crisis de Gotham», alegan las mismas voces.
Más allá de la salida de Glanzmann, la Junta también deberá ratificar el acceso al consejo de administración de Paul Herendeen, el hombre seleccionado por los fondos activistas Mason Capital y Flat Footed. Ambos vehículos inversores estadounidenses constan entre los opositores más vocales a la «probable» OPA de Brookfield, y defienden la rentabilidad de la empresa sin cambios en el capital. También han sido muy críticos con algunos de los hombres de confianza de la familia fundadora: su gran objetivo es la retirada del consejo del abogado Tomàs Dagà, exdirigente de Osborne Clarke y una de las figuras más cercanas a los Grifols. «Ha hecho muchas cosas buenas en la compañía, pero ahora es cuando hace falta un paso al lado», argumentan fuentes cercanas a estas firmas.

Pistas en los resultados del primer trimestre
La junta se celebrará solo unas semanas después de la presentación de resultados del primer trimestre de 2025, prevista para el día 11 de mayo. Se trata de una fecha clave, en tanto que servirá para medir la temperatura de la actividad de la empresa respecto a sus objetivos para el curso. Cabe recordar que la misma directiva se marcó la meta de superar los 2.000 millones de euros de Ebitda, y mantener una generación de caja superior a los 350 millones de euros ex-capex -es decir, después de inversiones, ya que deberán abonar un pago de unos 135 millones de euros por las aperturas de centros de plasma en Alemania en colaboración con la también farmacéutica Inmunotek-. «Las expectativas apuntan a que el balance irá en esta línea», aseguran desde el accionariado.
Varios analistas internacionales apuntan en el mismo sentido: el fondo White Falcon, en su informe anual para los clientes, señala a las acciones de Grifols como una compra con potencial gracias a «las mejoras operativas implementadas por un nuevo equipo directivo». El consenso del mundo financiero apunta que el objetivo debería rondar los 16 euros por acción, cerca de un 100% por encima de los niveles actuales; mientras que los inversores minoristas hacen previsiones aún más ambiciosas, con un valor esperado superior a los 20 euros.