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Grifols quintuplica el beneficio el primer semestre y vuelve a repartir dividendos

Grifols sale del agujero causado por la crisis de Gotham a velocidad de crucero. La farmacéutica catalana reporta 177 millones de euros de beneficio en el primer semestre del año, un 388% más que el curso anterior, cuando se quedó en 36 millones de euros. Según ha informado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el protagonista de los primeros seis meses del curso ha sido el negocio biofarmacéutico, que escala más de un 8% año a año. Sobre este buen rendimiento, han conseguido cerca de 3.700 millones de euros en ingresos, siete puntos por encima del primer semestre de 2024. El Ebitda, por su parte, se eleva un 12,7%, hasta los 876 millones de euros; y permite recortar el apalancamiento hasta el 4,2x; una cifra más que razonable comparada con el 5,5x de junio del curso anterior.

Los resultados permitirán volver a repartir dividendo, según han confirmado a la CNMV, con un valor para los accionistas de 0,15 euros la acción, que se abonará el 13 de agosto. Cabe recordar que el payout se suspendió en 2022 con la compra de la compañía alemana Biotest, y no había regresado hasta ahora. La directiva, cabe recordar, ya había informado que entraba dentro de las previsiones remunerar a los inversores este año, si bien no habían detallado ni las cantidades ni los tiempos del pago hasta esta presentación de resultados.

Más allá de las ganancias semestrales, el conjunto del mercado lleva meses mirando hacia la capacidad de la firma de hemoderivados de generar flujo de caja libre y, a su vez, enfrentar los pagos de la deuda. Según han informado a la Comisión, el FCF es aún negativo en el acumulado semestral, de unos -14 millones de euros. Ahora bien, la cifra supone una mejora sustancial en comparación con 2024, de 182 millones año a año. Reporta, además, una posición de liquidez de 1.400 millones de euros.

Antes de estos resultados, el objetivo de flujo libre para el curso estaba entre los 350 y los 400. Las buenas noticias comunicadas este martes, sin embargo, han permitido hacerlo ligeramente más ambicioso, de entre 375 y 425 millones de euros. En cuanto al resto de magnitudes, se mantiene la senda esperada: al ritmo actual, la compañía confirma sus propias guías, y espera ingresar 7.700 millones de euros y terminar el año con un Ebitda de 2.000 millones.

El nuevo CEO de Grifols, Nacho Abia / EP
El nuevo CEO de Grifols, Nacho Abia / EP

En alza todos los segmentos

El sector de biofarmacia ha sido el principal motor de los beneficios de Grifols, con un crecimiento del 12,5% en la facturación generada por las inmunoglobulinas, especialmente en forma intravenosa. La albúmina, que preocupaba a parte de los inversores, aún no se recupera del freno regulador en China, pero sí logra volver a niveles positivos en el segundo trimestre, con un alza del 1,3% respecto a hace 12 meses. Sin embargo, en el acumulado anual permanece en negativo, con un rendimiento del -3,7%. Finalmente, las proteínas de especialidad mantienen alzas en el mid single-digit; mientras que el negocio de diagnóstico crece cerca del 3%, hasta los 332 millones de euros.

Un «impulso evidente»

Según el consejero delegado de la empresa, Nacho Abia, «el impulso del negocio es evidente». «En un contexto de fuerte demanda subyacente, continuamos capitalizando la fortaleza de nuestra unidad de Biopharma mientras avanzamos en el resto de prioridades estratégicas», valora en el comunicado remitido a la CNMV. A pesar del enfoque en la operativa financiera y la mejora del working capital de los últimos meses, Abia sostiene que la buena salud de Grifols acelera «soluciones que respondan a las necesidades de los pacientes». Por su parte, el director financiero, Rahul Srinavasan, celebra la «resiliencia del modelo de negocio» de la catalana. «Continuamos enfocados en aprovechar nuestras fortalezas y ejecutar con disciplina», razona el directivo, en clara referencia a la reducción de costos por el crecimiento inorgánico.

Sin miedo a Trump

El mercado ha valorado a Grifols en las últimas semanas por encima del resto del sector farmacéutico en buena medida por su alta presencia en Estados Unidos. A diferencia de los competidores europeos, la catalana tiene más de 300 centros de donación de plasma en EE.UU., lo que los aísla de buena parte del peso de los aranceles impuestos por el presidente, Donald Trump. La farmacia, además, ha quedado fuera del acuerdo firmado entre la Casa Blanca y la Comisión Europea el pasado domingo. Por lo tanto, a pesar de la incertidumbre, la multinacional con sede en Sant Cugat «refuerza su estructura flexible y resiliente ante posibles cambios regulatorios o la imposición de nuevas tarifas».

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