Grifols continúa inmersa en el serial de descrédito después de que la bajista Gotham City publicara esta semana un informe acusándola de manipular sus cuentas. Esto provocó que la farmacéutica catalana reaccionara anunciando acciones legales contra Gotham y que este jueves haya decidido celebrar un encuentro con sus inversores para parar esta escalada de pérdidas. Durante el encuentro, el CEO de Grífols, Thomas Glanzmann, ha negado categóricamente que Scranton sea una ‘family office’ y ha explicado que la sociedad solo tiene dos «colaboraciones específicas» con la multinacional catalana. Estas son el alquiler de la sede corporativa a consecuencia de la compra de Talecris el 2012 y por la otra la operación de Haema y BPC el 2018, el objeto del informe de Gotham.
Además, para intentar calmar los inversores, Glanzmann se ha abierto a mejorar la gobernanza de la compañía y ha detallado que a Scranton hay 22 inversores, de los cuales solo tres son de la familia Grífols y que suman menos del 20% de las acciones. Por otro lado, el máximo dirigente de la compañía ha reconocido que la CNMV los ha requerido información y se ha comprometido a entregarla pronto.
El informe era especulativo
El primer directivo de Grifols ha aprovechado la ocasión para volver a asegurar que se ha demostrado «la naturaleza especulativa» del informe de cuando 24 horas después de la publicación, Gotham vendió las acciones que tenía de la empresa catalana cuando estas caían de forma «dramática» y el fondo especializado a operar en corto pasó a tener un 0,6% a un 0,06% del capital social. En este sentido, Glanzmann ha reprochado que los autores del documento «reutilizaran información financiera que hace años que era publicada, que es de dominio público y que ya ha sido revisada y validada» por los reguladores y por las compañías auditoras de ámbito internacional.
Glanzmann ha lamentado de nuevo que estas acusaciones hayan afectado la reputación y el interés de los ‘stakeholders’ de la multinacional catalana y ha afirmado que se han tomado esta cuestión «muy seriamente».
En la llamada con los inversores -en que también ha participado, entre otros, el director general corporativo, Raimon Grifols, y el director financiero, Alfredo Arroyo- el director general de la multinacional de hemoderivados se ha comprometido a proveer información con la «misma integridad, transparencia y conducta ética que ha caracterizado la compañía» y ha admitido que «de acuerdo con su deber» la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se dirigió este miércoles a la compañía porque los proporcionara más información en un plazo de diez días.