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Grifols habría pagado hasta un 39% más por el plasma en Scranton

Grifols enfrenta un nuevo contratiempo en su caso para liberarse de la sombra de la crisis de Gotham. Según ha adelantado la agencia estadounidense Bloomberg, la compañía catalana habría comprado plasma a un precio superior al que marcaban los proveedores externos a Haema y BPC, las dos empresas controladas por Scranton -la oficina neerlandesa vinculada a la familia Grifols- señaladas por la polémica en el informe emitido por el fondo bajista en enero de 2024. Según documentos elaborados por el regulador bursátil y publicados por el medio estadounidense, Grifols habría pagado entre un 2 y un 39% más del precio de mercado a la firma financiera por la materia prima. Además, la catalana habría fijado un margen del 16,5% con la oficina familiar por encima de los costos.

Mediante un pacto entre las dos entidades de la familia ratificado en 2018, Grifols compraría todo su plasma a Haema y BPC, las dos compradas por Scranton ese mismo año. Cabe destacar que la farmacéutica ya había hecho público que había llegado a un acuerdo con Scranton para garantizar el suministro de plasma durante 30 años; pero no había detallado la gestión de los precios en el mismo. En una nota en respuesta a la publicación, Grifols habría negado cualquier tipo de enriquecimiento ilícito a raíz de este nuevo descubrimiento, y asegura que toda la información al respecto hace tiempo que está en manos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Aun así, los documentos reavivan la desconfianza del mercado, especialmente después de que los aliados de la familia fundadora hayan recuperado ciertas posiciones en las comisiones del consejo de administración de la compañía a raíz de la junta de accionistas celebrada a principios de junio.

Según los documentos descubiertos por la agencia, además, Grifols habría solicitado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que no hiciera públicas las condiciones de precios del acuerdo con Scranton -una afirmación, cabe decir, que Grifols ha negado-. Por su parte, consultada por Bloomberg, la Comisión Nacional del Mercado de Valores atribuye la responsabilidad a la compañía, y sostiene que «son ellos quienes deben decidir si hacen o no públicas» estas informaciones. El giro vuelve a poner el foco sobre la gobernanza de la empresa, cuestionada tras el ataque bajista de Gotham, que llegaba a asegurar que sus acciones valían, a todos los efectos, cero.

El presidente de Grifols, Thomas Glanzmann, y el consejero delegado, Nacho Abia, en la junta de accionistas / ACN
El ya expresidente no ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, y el consejero delegado, Nacho Abia, en la junta de accionistas / ACN

Tocando techo en la bolsa

Las informaciones llegan en un momento de desconcierto en los mercados respecto a la firma catalana de hemoderivados. Después de semanas con la acción al alza, impulsada por unos resultados trimestrales que superaron las expectativas, la recuperación de Grifols se ha vuelto a frenar, y ya ha perdido más de un 4,2% de la cotización en los últimos cinco días. Solo hoy, ha perdido cerca de un 2% del valor de los títulos, y ha sido una de las marcas con peor rendimiento del Ibex 35. La compañía, cabe decir, está lejos de recuperar el valor previo al ataque bajista de Gotham -se mueve en torno a los 10,1 euros al cierre de la sesión de este lunes, muy por debajo de los más de 14 euros que mostraba hace año y medio-. Habrá que esperar para tener en cuenta la reacción de los capitales a este nuevo giro en el caso; si bien se espera una bajada contundente, en tanto que el principal motor de la recuperación desde principios de curso ha sido el retorno de la confianza accionarial. El ADR de la empresa, que se mueve en la bolsa de Nueva York, ya registra pérdidas superiores al 3%.

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