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Grifols desafía a los analistas y lidera las subidas del Ibex

Grifols culmina un giro radical al ritmo de su cotización en las últimas semanas. La compañía de hemoderivados ha liderado ampliamente las subidas del Ibex 35 durante la jornada del jueves, con un alza del precio de la acción de tipo A del 8,44% diario. Así, los títulos de la multinacional han cerrado la jornada rozando los 9,60 euros, después de haberse quedado en 8,83 al final del miércoles. El mercado, por tanto, muestra su confianza en la catalana tras haber cerrado una refinanciación por valor de 1.300 millones de euros mediante la colocación de bonos sénior y la renovación del crédito revolving. Durante parte de la jornada, de hecho, se ha quedado cerca de los 10 euros, semanas después de perderlos por la primera oferta a la baja de Brookfield para la OPA de exclusión que finalmente ha caído. Lo ha hecho, además, en una mala jornada para el selectivo bursátil madrileño, en la que ha sufrido un retroceso de dos décimas en medio de importantes caídas de los principales parqués europeos, así como en Estados Unidos. Grifols ha superado, de esta manera, la fría reacción del capital a una rebaja de tipos de interés que la presidenta del BCE Christine Lagarde se ha esforzado por encapsular, sin pistas que apunten a una mayor flexibilización monetaria a largo plazo.

Las acciones de tipo B -las que cotizan en el mercado secundario, que no otorgan a los titulares derecho a voto-, por su parte, han escalado hasta los 7,35 euros, un 7,93% día a día, más en línea con el crecimiento que ha marcado Estados Unidos, que ha rondado el 7,6%. La escalada, sin embargo, no ha servido para convencer a los analistas críticos, que desde el inicio de la OPA -finalmente fallida- advertían que aún quedan flecos por cerrar antes de recuperar la confianza en la compañía. Bankinter, por ejemplo, sigue convencido de que la valoración de Grifols es de venta, y que los accionistas deberían deshacerse de sus acciones; mientras que Oddo exige -en línea con el accionariado independiente- «más cambios» en la gobernanza de la compañía para enviar mensajes de tranquilidad a los inversores.

Imatge de la Borsa de Madrid / EP
Imagen de la Bolsa de Madrid / EP

Similar es la lectura que hace el grupo de analistas de XTB. Aunque la firma reconoce que las condiciones de la nueva financiación son una «buena noticia a corto plazo», en tanto que «compra tiempo para reforzar el gobierno corporativo y avanzar en la generación de caja»; alertan también de su carácter de «arma de doble filo«. Mientras que la deuda anterior se enfrenta, como recuerdan los expertos, a tipos muy bajos, la nueva financiación -tanto la más reciente como la levantada durante el mes de abril- se devolverá con un peso del 7,125%, un tipo elevado que supondrá un gasto adicional para la empresa a dos años vista. De esta forma, gana tiempo para volver a generar liquidez; pero, en caso de que no sea capaz de hacerlo, «sus problemas se harán más graves». A pesar de estas dudas, el consenso general de los analistas todavía es positivo: una decena de entidades financieras marcan en verde los títulos de la farmacéutica, ya sea en compra o en acumulación; y acercan el precio objetivo a los 17 euros, una etiqueta superior a la que gozaba la empresa antes de la crisis de Gotham.

Cambios en la gobernanza

Muchos de los analistas más pesimistas apuntan que el gran problema que mantiene Grifols es de gobernanza: la compañía debería, aseguran firmas como Mason o Flat Footed, desvincular las funciones ejecutivas de la familia fundadora y su entorno; dejando atrás figuras como el presidente Thomas Glanzmann -que ya abandonará el peso ejecutivo a principios de año- o el consejero Tomàs Dagà, objetivo número 1 de los críticos. La pasada semana, Grifols incorporó dos nuevos jefes a su consejo de administración; entre los que destacaba Paul Herendeen, que entrará en calidad de dominical, y que operará como los ojos del grueso del capital que duda de los fundadores dentro del consejo. Flat Footed, sin embargo, reclama cambios más profundos. En una carta enviada a la dirección, el fondo accionista asegura que «es necesario un giro de 180 grados en la gobernanza» de la compañía. «El nombramiento de Herendeen es una noticia positiva, pero la presencia de un único consejero verdaderamente independiente en la mesa está lejos de ser suficiente», critican, en un llamado a la «defensa de los accionistas no internos». La ofensiva de Flat Footed va en el mismo sentido que ya tomó Mason durante la OPA, que apuntaba que una mejor dirección de la empresa podría «desbloquear un inmenso valor» para la inversión. Al inicio del curso, pues, se comprobará la tesis del capital.

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