Grifols quiere dejar atrás las turbulencias provocadas por los ataques del fondo bajista Gotham City Research. La multinacional catalana de hematoderivats se ha reivindicado este viernes ante cerca de 200 accionistas en una junta que ha servido para dibujar su futuro a medio plazo y «aclarar el camino hacia el 2027 y el 2028». El primero gran movimiento de la empresa, anunciado hace meses y que se ejecutará la próxima semana, será la venta del 20% de Shangái RAAS a Haier, mediante su filial china Qingdao Medical Technology, por unos 1.800 millones de dólares. Según ha anunciado el presidente ejecutivo de la empresa, Thomas Glanzmann, el conjunto de los ingresos se dedicarán a paliar los vencimientos de deuda garantizados que Grifols enfrentará el 2025, todo ello con el objetivo de «garantizar la estabilidad financiera» de la catalana. Todo y el pasivo acumulado, el directivo ha negado que se contemplen más desinversiones inmediatas, si bien asegura que se está «analizando» la cartera de propiedades. Tampoco se esperan recortes en cuanto a plantilla, después de la gran reestructuración entomada el 2023.
El mensaje que la directiva ha querido transmitir a los accionistas es de tranquilidad, más todavía después de haber salido entera de «el ataque injustificado y descaradamente falso» que supuso el informe de Gotham. Durante el primer trimestre del año, Grifols ha vuelto al beneficio, con unas ganancias próximas a los 21,5 millones de euros, después de hundirse a unas pérdidas de más de 108 millones en el mismo periodo del año anterior por los enormes costes de la reestructuración. En lo sucesivo, según ha explicado el flamante consejero delegado Nacho Abia, la prioridad es la reducción de la deuda, que se sitúa actualmente cerca de los 10.950 millones de euros; y mejorar el flujo de caja. Las medidas que ha tomado la nueva dirección, se compromete Abia, «pronto darán fruto». Sin ir más lejos, esperan un crecimiento interanual del 7% a finales del 2024 con unos márgenes de más del 25%. En la vertiente orgánica, el CEO aspira a mejorar la infraestructura y simplificar los procesos internos: «Hay que tener las personas adecuadas a los lugares adecuados».

«Compromís» con la empresa
Después de las ponencias de los ejecutivos, los accionistas de la compañía han aprobado 11 de los 12 puntos del orden del día. El doceavo punto, sobre la delegación de facultades para los acuerdos de la junta general, no se ha podido confirmar por la escasa asistencia. Las ausencias han sorprendido Glanzmann, si bien no las ve como un mensaje negativo: quien no haya venido, asegura, es porque confía en el consejo de administración. Fuera de las funciones ejecutivas, el vicepresidente de la compañía, Raimon Grifols, ha reivindicado en su primer discurso fuera e la estructura de toma de decisiones del grupo «el ejemplo de calidad» que dan sus productos. Con la asamblea de este viernes, «culmina» la salida de la familia fundadora de la gobernanza de la empresa, si bien se comprometen a «continuar apoyando» desde fuera, todo ello para garantizar que «la ética, la calidad y la reputación» permanezcan como los pilares centrales de la catalana.