Primeras reacciones de el accionariado del Banco de Sabadell después del ofensiva del BBVA sobre su capital. A raíz de la oferta pública de adquisición (OPA) hostil por parte del banco presidido por Carlos Torres, algunos de los principales nombres dentro del accionariado empiezan a posicionarse. Es el caso del multimillonario mexicano David Martínez, que ostenta el 3,495% del accionariado del banco catalán -la segunda cartera más ancha, solo por detrás de la de los fondos de capital internacional BlackRock-. Según informaciones publicadas por el portal especializado estadounidense
Martínez ocupa esta posición a través de su vehículo de inversión, Fintech Europe SARL, desde el 2019, cuando adquirió 22 millones de acciones a un precio inferior a un euro cada una. Actualmente, y en parte a raíz de la oferta de BBVA, las acciones frotan los dos euros, una importante revalorización en cuestión de un lustro. El millonario forma parte del consejo de administración de la entidad desde el 2014. El empresario, magnate de las finanzas digitales a través de una firma especializada en la compra de deuda, principalmente público, forma también parte del capital de varias empresas de medios en la América Latina, como por ejemplo el grupo Clarín o Telecom Argentina. Supera, pues, algunas de las grandes piezas del accionariado del Sabadell, como por ejemplo Vanguard Total o Millenium Group.

Cada vez más apoyo a la fusión
Si las primeras horas desde la comunicación de la OPA hostil estuvieron marcadas por la clara oposición institucional, los apoyos a la operación del BBVA empiezan a acumularse. Más allá del posible sí de Martínez, los reguladores bursátiles y de competencia del Estado ya han confirmado que la fusión es posible. También ha apoyado el Banco Central Europeo, especialmente interesado en la «consolidación» del sector financiero del continente en firmas cada vez más masivas. Este mismo viernes, el vicepresidente del ente monetario, el que fuera ministro español de Economía Luís de Guindos, ya ha hecho explícito su apoyo a este tipo de compras, si bien matiza que «preferiría que fueran transfronterizas»; es decir, entre bancos de diferentes países miembro. «Negociar como europeos quiere decir que hay que consolidarse como europeos», continúa De Guindos, a una entrevista con el mismo mediano.