Foment del Treball rechaza frontalmente la posibilidad que el gobierno español amplíe los impuestos extraordinarios a los bancos y a las empresas energéticas más allá del 2025. En un comunicado, el presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, recuerda que este tributo era «temporal» y considera que mantenerlo «parece una persecución» a determinados sectores económicos. Sánchez Llibre pide al ejecutivo liderado por Pedro Sánchez que se lo «repiense» e insiste que mantener la tasa supondría un «castigo sin sentido y con ánimo confiscatorio».
En su escrito, el presidente de Foment recuerda que el impuesto sirvió al ejecutivo para recaudar 2.900 millones de euros el 2023. Un importe útil en un momento de crisis económica, pero que, según el directivo, pierde el sentido «si estamos teniendo una recuperación destacada». Los empresarios se cogen en las últimas declaraciones de Pedro Sánchez, que habla de «recuperación» y ha llegado a asegurar que la economía española «ya no va como una moto, sino como un cohete».

Sánchez Llibre rechaza un mínimo común para el impuesto de sucesiones
Sánchez Llibre también pide que no se equipare el impuesto de sucesiones y donaciones para todas comunidades autónomas, con un mínimo común para todas ellas. El empresario cree que una decisión como esta «va en contra de las competencias de las comunidades autónomas» y que sería un nuevo ejemplo «de la carrera intervencionista del gobierno central en materia fiscal». «Lo que hace falta no es limitar la capacidad fiscal de las comunidades autónomas, sino llevar a cabo la reforma del sistema de financiación que no se ha tocado desde el 2009», remarca el líder empresarial en su comunicado.
Foment tampoco ve con buenos ojos que se mantenga el impuesto de Patrimonio. La patronal ha presentado un recurso a la Audiencia Nacional y avisa que, si no prospera, ya tienen preparado un segundo recurso que presentarán al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.