Fira de Barcelona cerrará el 2024 como el mejor año en magnitudes económicas de su historia. Según ha comunicado el organismo ferial este mismo viernes, llegará al final del curso con una facturación superior a los 300 millones de euros, un 16% más en términos interanuales. Se trata de la cifra de negocio más elevada de la Fira, tal como celebra su director general Constantí Serrallonga. Sobre este dato, el Ebitda se ha elevado un 24%, hasta los 54 millones de euros; mientras que el beneficio antes de impuestos ha llegado a los 20 millones. El directivo destaca, de hecho, la amplia evolución de la actividad en los tres recintos que gestionan -Gran Via, Montjuïc y el CCIB-. «Cuando salimos de la pandemia, no podríamos haber imaginado estar aquí en el año 2024», reflexiona Serrallonga; poniendo especial énfasis en el «impacto que genera en la economía en términos de empleo, empresa y distribución de riqueza». La cifra de eventos recibidos se ha mantenido en los 270, el máximo que puede acoger el espacio con la infraestructura. El crecimiento en términos de negocio, puntualiza Serrallonga, responde al aumento del volumen de las celebraciones ya existentes. «Es mejor, de hecho, tener pocos congresos de gran impacto que no muchos, pero muy pequeños», defiende.
Sobre estos balances, la dirección de Fira afronta el crecimiento previsto para los próximos años con «optimismo». Entre las operaciones más relevantes consta la construcción del Hall Zero, en Gran Via. Este edificio, que añadirá 60.000 metros cuadrados al recinto, «consolidará la Fira como una de las instalaciones más importantes del mundo». Una vez inaugurado, celebra Serrallonga, Fira de Barcelona se sumará al «selecto club de los 300.000 metros cuadrados», entre los absolutos líderes en el continente. Las previsiones apuntan al 2027 como fecha de entrada en actividad del nuevo pabellón. En el otro gran espacio ferial, en Montjuïc, se espera que durante el 2025 se inicie el concurso de proyectos arquitectónicos, la fase final de la ampliación. En este caso, las obras deberían culminar en el año 2029, «coincidiendo con el centenario de la Exposición Internacional de 1929».
Esta fecha, proyecta el alcalde de Barcelona Jaume Collboni, debe ser «icónica y representativa» para la entidad y su entorno. «Reafirmamos los objetivos estratégicos para hacer de la actividad de la Fira una que genere oportunidades y economía local», añade el alcalde. Más allá de las obras, Fira asumirá el circuito de Barcelona-Catalunya, para el que buscarán nuevos eventos, desde conciertos hasta reuniones profesionales, para «darle la máxima actividad posible». Las ampliaciones, apunta Serrallonga, están cubiertas en términos de financiación, dado que el convenio en el que se está trabajando -y que se presentaría en los próximos meses- serviría para ejecutar ambos proyectos, a pesar del aumento de costos anunciado durante el año. «No es un problema que esté sobre la mesa», razona.

Un impacto multimillonario
Tal como ha apuntado el consejero de Empresa y Trabajo Miquel Sàmper, vicepresidente también del consejo de administración de la Fira, el impacto económico directo e indirecto generado por la actividad en la Fira se acerca a los 5.000 millones de euros, con la capacidad de crear unos 35.000 puestos de trabajo. Además, la buena forma del organismo propicia una «importantísima atracción de inversiones extranjeras», especialmente al lado de los salones más icónicos, con alta carga tecnológica. En este sentido, Sàmper destaca el impacto sobre las «más que optimistas perspectivas de futuro» del MWC, el congreso audiovisual ISE y el Smart City Expo World Congress -un evento, este último, que se ha consolidado como «la referencia mundial en el ámbito de las ciudades inteligentes»-. El presidente del Consejo de Administración, Pau Relat, ha destacado el compromiso a largo plazo de las grandes marcas que comparten el espacio de Fira, especialmente el del Mobile, que garantiza una presencia «de facto indefinida».
Renovación del Consejo
La reunión del Consejo General de la Institución, presidida por Collboni y con Sàmper y el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona Josep Santacreu como vicepresidentes, ha servido también para aprobar la renovación del actual consejo de administración. Así, Relat mantendrá su cargo tras un primer mandato convulso, marcado por la pandemia y la recuperación posterior, que lo extendió hasta los seis años, dos más que los cuatro previstos. Relat conservará en su equipo a Manel Vallet, Mar Alarcón y Helena Guardans, los tres consejeros que también finalizaban su mandato este año, y a quienes todas las instituciones han agradecido el trabajo que ha llevado a los resultados presentados este viernes. Santacreu, de hecho, ha dedicado parte de su intervención a reivindicar la figura de Relat, ratificada «por aclamación» en el Consejo General; tras la complicada votación para confirmarlo en el pleno de la Cámara de Barcelona, en que se registró la oposición de los miembros de Eines de País. «Ha sido un presidente ejemplar», concluye el dirigente de la Cámara, que ofrece «toda la colaboración» desde el mundo público y privado.