Fira de Barcelona vuelve a romper su récord de facturación en un 2025 «excelente». El recinto ha ingresado un 17% más en términos interanuales, con más de 350 millones de euros, su máximo histórico; y un resultado neto de explotación de 60 millones de euros, un 8% más que el año anterior. Además, habría generado un impacto económico en el curso de unos 6.000 millones de euros en la ciudad y en el conjunto del Principado; con unos 50.000 puestos de trabajo generados a partir de su actividad. Así lo han celebrado las autoridades locales y el consejo de administración de Fira en la tradicional presentación de resultados económicos anuales, que ha contado con la participación del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat, Miquel Sàmper; el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Josep Santacreu; el presidente del Consejo de la Fira, Pau Relat y el director general del recinto, Constantí Serrallonga. Según Sàmper, los resultados de este año responden a la «solidez» de los principales eventos que se celebran en los pabellones de Montjuïc y Gran Via; así como en el CCIB. «El crecimiento de Fira ha sido constante desde el final de la pandemia, con un nuevo récord en cada ejercicio», ha remarcado.
Como adelantaba Sàmper, la actividad económica de la Fira, en constante crecimiento, se fundamenta en la expansión de congresos, certámenes y convenciones que eligen Barcelona cada vez más para celebrarse. En 2026, entre todos los espacios del organismo, se han celebrado cerca de 300 eventos; a los que se debe añadir toda la actividad llevada a cabo fuera de los halls de sus recintos. Más allá de las marcas ya establecidas, como el MWC o el ISE; o la Bridal Week y el Automobile, enseñas históricas de la ciudad, Fira pone el foco en el negocio que han generado propuestas como Construmat, dedicada al sector de la construcción; la Barcelona Wine Week, sobre la industria vitivinícola, o las iniciativas culturales de la escala del Manga Barcelona o el Còmic Barcelona. «Los buenos resultados de este año, en un momento histórico de la institución, validan el modelo único de Fira de Barcelona», ha elogiado Relat.
Para el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el organismo «ha ayudado a posicionar Barcelona como un hub tecnológico». «Sin el ISE, sin el Mobile, sin el Smart Cities, nos habría costado mucho más promocionarnos», ha subrayado el alcalde; que atribuye al negocio congresual la atracción de una multitud de empresas y agrupaciones tecnológicas que han apostado por la capital en los últimos años. Una apreciación que comparte Sàmper, que ve el rol de Fira como espacio de promoción internacional como un eslabón esencial para la transferencia tecnológica al país. «Los centros tecnológicos son los que tienen la capacidad para trasladar la investigación al mundo de la empresa; pero la economía catalana no tendría esta capacidad sin la Fira de Barcelona», ha argumentado el consejero de Empresa. Santacreu, en un sentido similar, ha elogiado la capacidad del recinto para «dejar un legado» en el tejido de negocio catalán, especialmente en «aquellos sectores innovadores que queremos para el país». De hecho, alrededor de Fira, Barcelona se ha establecido como la primera ciudad del mundo en ferias tecnológicas, por encima de lugares de alta concentración de actividad como Singapur.

Fuera del ámbito tecnológico, Relat asegura que la cartera congresual de Fira se establece en diversos ámbitos «estratégicos» para la economía. Destaca la industria alimentaria, de especial peso en Cataluña, y que cuenta con varias marcas de renombre internacional en los diversos recintos feriales. En 2026 volverá a celebrarse la joya de la corona, Alimentaria, que llega a las 50 ediciones -ahora bienales- en Barcelona después de haber roto todos los récords en 2024 con más de 130.000 visitantes. El potencial de Alimentaria se filtra hacia otras reuniones especializadas en el agroalimentario, como el Seafood Congress, el Gastronomic Fòrum o la misma Barcelona Wine Week, que se ha convertido en «el salón de referencia de los vinos» en todo el Estado español.
Otro récord en 2026 sin The District
Con el regreso de Alimentaria y la atracción de nuevas marcas, Fira de Barcelona espera volver a romper su propio récord de facturación, con una previsión de 360 millones de euros al cerrar el año. Serrallonga destaca que este crecimiento se producirá a pesar de los impedimentos relacionados con las obras del recinto Montjuïc, que comenzarán el próximo mes de marzo. «Podemos tener alguna afectación en la actividad por las obras, pero podemos crecer», sostiene el director general, que reconoce las dificultades de «trabajar mientras se hacen obras en casa». En cuanto al proyecto del recinto Gran Via, con la construcción del hall 0, no se espera ningún perjuicio a escala económica, en tanto que «tiene vida propia» y no debería chocar con los grandes congresos que acoge la estructura en Hospitalet.
El regreso de Alimentaria choca con la pérdida del polémico congreso The District, dedicado al gran capital inmobiliario, que evitará el descontento social que generaba en Barcelona trasladándose al Madrid de Isabel Díaz Ayuso. Serrallonga le resta importancia, remarcando que «entra dentro de la normalidad» que un certamen se mueva para buscar «nuevos mercados y congresistas» en entornos más favorables. En este sentido, Collboni ha avanzado que «ya se han trasladado propuestas» que «se están estudiando» para acoger otras ferias relacionadas con la vivienda, más próximas al sector residencial asequible o protegido, que «tienen mucho que ver con los problemas económicos» que marcan el día a día de la ciudad de Barcelona.
El nuevo circuito
Relat también ha puesto el foco en la nueva integración del Circuit de Catalunya bajo el paraguas de la entidad, que se ha integrado dentro de la estrategia empresarial de diversificación que lleva «el ADN de Fira». En 2025 la gestión del Circuit ya es rentable, y ha llegado a aportar un 13% de la facturación total; aunque se espera que esta influencia vaya en aumento. El presidente del consejo de administración ha subrayado que el objetivo es llevar a Montmeló nuevas actividades económicas, más allá de las deportivas; la primera de las cuales llegará de la mano del MWC. Se trata de Circuit X, una rama de la gran feria tecnológica centrada en la movilidad inteligente y en la tecnología dedicada a los grandes eventos deportivos. A futuro, los administradores esperan que la infraestructura «también pueda acoger ferias, congresos y espectáculos, además de convertirse en un centro de desarrollo de la industria de la movilidad sostenible».

