Endesa tendrá que pagar unos 530 millones de euros a causa de un laudo arbitral en contra dictado por la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (ICC). Este pago se debe a la revisión del precio de un contrato de aprovisionamiento de gas natural licuado (GNL), según ha informado este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En concreto, la energética tendrá que pagar esta suma a una compañía productora de gas natural licuado, de momento desconocida, por un ajuste de precio retroactivo, “registrándose un impacto contable en los resultados antes de impuestos de las cuentas consolidadas de Endesa, por el mismo importe”, ha asegurado la compañía.
La llegada de este pago coincide con la celebración, el próximo miércoles, de un consejo de administración en el cual se propondrá la modificación de la política de dividendos de caro en el periodo 2023-2026. Todo y la coincidencia, ha asegurado la empresa, se prevé que los efectos del laudo no tengan consecuencias en el importe del dividendo previsto a abonar de cara a este 2023, y “se comunicará oportunamente al mercado”. De hecho, de cara a este año, Endesa tiene previsto pagar un dividendo de 1 euro, mientras que para 2024 ascendía a 1,2 euros y para 2025 se situaba en los 1,4 euros.
Caen los beneficios
Hay que recordar que el pasado 31 de octubre Endesa comunicó los resultados de los primeros nueve meses del año, registrando una considerable disminución de los beneficios. Concretamente, ganó 1.059 millones de euros, el que supone una caída del 35,9%. La compañía aseguró que esta caída de las ganancias se debe al hecho que el año pasado el grupo registró las plusvalías de la venta parcial de su negocio de movilidad eléctrica a su matriz Enel, y el impacto del gravamen especial del Gobierno a las energéticas. Sin tener en cuenta los extraordinarios, el beneficio neto ordinario de la energética dirigida por José Bogas habría caído un 27,9% entre enero y septiembre respecto al mismo periodo de 2022.
Con estos resultados, la energética señaló que tenía encaminados sus objetivos financieros para el ejercicio, que pasan por un resultado bruto de explotación (Ebitda) de entre 4.400-4.700 millones y un beneficio neto ordinario de entre 1.400-1.500 millones de euros, abonando un dividendo por acción alrededor de 1 euro.
De todas maneras, este jueves anunciará la actualización de su plan estratégico para 2023-2026 en el cual informará de sus nuevos objetivos para este periodo.
La reclamación superaba los 1.000 millones
Hay que apuntar, pero, que Endesa ya informó de la existencia de este arbitraje contra ella en sus anteriores estados financieros. De hecho, el grupo mantenía abiertas dos importantes reclamaciones por las compras de gas a suministradores internacionales y la revisión de sus precios. La primera, que se ha conocido este lunes, ascendía a unos 1.163 millones de euros, mientras que la segunda se sitúa en unos 510 millones de euros.
En el caso del primero de los arbitrajes, Endesa estimaba que la conclusión pudiera tener lugar en este tercer trimestre del año, aunque consideraba que la demanda era “infundada y extemporánea” y preveía que la probabilidad que fuera estimada era “remota”. Para el segundo de los arbitrajes, el grupo energético espera que su conclusión no se produzca hasta el segundo semestre de 2024.