Los últimos estudios que analizan el uso del catalán apuntan a una tendencia de claro retroceso en el número de hablantes que utilizan la lengua de forma mayoritaria. La última Encuesta de usos lingüísticos de la población realizada por el departamento de Política Lingüística, con datos de 2023, muestra que menos de un tercio de la población -un 32,6%- usan el catalán como lengua habitual. Este dato, que ya supone un decrecimiento respecto a la anterior encuesta, se traslada a diferentes ámbitos personales y sociales, como las amistades, el comercio o el trabajo. Concretamente, en el ámbito laboral se dan cifras similares al uso general, donde un 32% de los encuestados utiliza el catalán con otros trabajadores, en comparación con un 37% que lo hace en castellano. En esta línea, el sindicato UGT de Catalunya también elaboró su propia encuesta donde preguntaba a los delegados repartidos por todo el país sobre la lengua “más relevante” en los centros de trabajo, donde el castellano se posicionaba con más importancia en un 42% de los centros por encima de un 35% del catalán. Ante esta situación, el mundo empresarial, a través de la Fundació Vincle, se ha unido para reforzar su compromiso con la lengua a través del Manifiesto por el catalán en la empresa, presentado el pasado 26 de junio.
Con este manifiesto, el mundo empresarial quiere reforzar su compromiso con la lengua y su responsabilidad social hacia “uno de los retos relevantes del territorio”. El texto cuenta con el apoyo de más de 170 empresas de diversos sectores, así como patronales como Foment del Treball, el Consell General de Cambres de Catalunya y Pimec. En este sentido, desde la Fundació Vincle y las empresas del país destacan el “papel trascendental” de las empresas para la plena normalización del uso social de la lengua.

Desde la corresponsabilidad que se declara por parte de estas empresas, se encomiendan a promover el uso del catalán e implementarlo en todas las políticas corporativas. Esta adhesión reciente de algunas empresas no está muy lejos de rutinas que ya tenían algunas compañías desde su fundación, pero que ahora se concreta en textos como este manifiesto. Este es el caso de la cadena de supermercados Bon Preu, que, tal como explica el director de Marketing y Comunicación de la compañía, Manel Prat, desde los inicios trabaja con la “máxima normalidad” con el catalán como lengua vehicular. “Desde el primer momento nos ha salido de forma orgánica y no ha sido discutido. De la misma manera que tenemos políticas de precios, el catalán forma parte de nuestro modelo comercial”, explica Prat en conversación con Món Economia. En esta línea también se encuentra la operadora de telefonía catalana Parlem, que “nace con la convicción de usar la lengua del territorio”, apunta Montserrat Lavilla, CMO de Parlem.
De esta manera, el catalán se aplica a todos los ámbitos de las empresas. “Desde la comunicación interna de la empresa, hasta los productos de nuestra marca propia, la cartelería y los anuncios, e incluso el contenido de las redes sociales”, explica Prat sobre los ejemplos en los que Bon Preu mantiene el catalán en el ámbito empresarial y también en el entorno laboral. En el caso de Parlem, Lavilla señala que la atención al cliente en catalán también es un hecho que ha estado muy presente en la compañía: “este aspecto también es importante porque le hacemos saber a nuestros consumidores que los entenderemos en sus problemas”.

La competitividad y diferenciación que aporta el catalán
Desde las empresas que trabajan en catalán y se han adherido al manifiesto destacan que el uso de la lengua se ve como una fortaleza y un hecho que les aporta competitividad frente a otros. “No hemos consolidado la fidelidad de nuestros clientes solo por la lengua, también es importante mantener la calidad de los productos. Pero en un mundo donde hay tanta competencia y diferenciarse es clave, el catalán nos ha permitido hacer esta diferenciación con los clientes,” explica Prat. De hecho, desde la Fundació Vincle se ha querido reforzar la idea de que el catalán “es negocio” y aporta oportunidades a las empresas.
Aún así, estas compañías destacan algunos retos que han encontrado en el camino, como a la hora de contratar personal o contactar con colaboradores y terceros. Además, Prat destaca que mantener el catalán también es un reto en el uso social dentro del entorno laboral, como en otros ámbitos. “El reto con el catalán en conversaciones sociales también ha pasado a la escuela. Aunque es la lengua vehicular, en el patio hemos perdido la batalla”, añade Prat en esta comparación. En este sentido, Xavier Albertí, vicepresidente de la Fundació Vincle, destacó en la presentación del manifiesto la relevancia del papel de las empresas como “núcleo social de primera magnitud” y la importancia de los centros de trabajo en la integración en aspectos como la lengua.
Por eso desde el mundo empresarial se quiere incentivar tanto a los sindicatos como a las instituciones a unirse y reforzar la presencia del catalán en el entorno laboral, haciendo que este sea “inclusivo y transversal” a todo tipo de empresas para que se pueda incorporar la lengua como una herramienta más.