El Banco Sabadell sigue proyectándose en solitario más allá de la OPA hostil del BBVA. El consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, ha asegurado que, por ahora, «es imposible» que los accionistas acepten la oferta. «A los precios actuales, no puede salir adelante», ha insistido González-Bueno durante la presentación del plan estratégico que guiará la dirección del banco hasta 2027. Cabe recordar que, con los movimientos de la acción de la primera mitad de 2025, la prima de la ecuación de canje es negativa en un 15%. Es decir, BBVA, en su planteamiento actual -una acción propia y 70 céntimos por 5,3456 títulos vallesanos- infravalora al Sabadell en unos 2.000 millones de euros. En estas condiciones, el primer ejecutivo catalán ha reiterado, de cara a los oferentes, que «sería perfectamente honorable» dar un paso atrás. «Es razonable cambiar una decisión cuando las condiciones cambian sustancialmente, y lo han hecho», ha argumentado. La OPA, en mayo de 2025, ofrecía una prima del 30% respecto de los niveles de cotización anteriores; una ganancia que se ha revertido completamente en el último año y medio.
Sobre la cuestión, González-Bueno ha añadido la desaparición de las sinergias debido al veto a la fusión, impuesto por el gobierno español tras su estudio del expediente en fase 3. Contra el criterio de BBVA, que sostiene que podría ejecutar parte de los ahorros generados por la fusión -alrededor de los 300 millones de euros-. Las condiciones establecidas por el Consejo de Ministros, según el CEO, evitan cualquier ahorro estructural en caso de adquisición. El mismo concepto de sinergia, razona, «cuestiona la definición de autonomía de gestión» que exige el Consejo de Ministros. «Cualquier otra cosa cuestionaría la ley», añade. De esta manera, a juicio del banco catalán, los 850 millones que había comunicado en primera instancia la Vela como guía de recortes de costos en caso de consumar la OPA desaparecerían completamente del mapa, alejando aún más el resultado favorable a la directiva que lidera Carlos Torres.
La salida que ha intentado abrir BBVA, establecer un precio equitativo para rebajar el umbral de aceptación hasta el 30% del capital del Sabadell, también queda completamente descartada, a juicio de la directiva vallesana. El banco vizcaíno debería haber buscado un consenso previo entre un grupo de accionistas vendedores, a menudo superior al 50%. Estas condiciones no se han dado, apunta el CEO; hecho que imposibilita que Torres busque ejecutar esta alternativa. Además, apunta, un precio equitativo obligaría a poner sobre la mesa una segunda oferta en efectivo para todo aquel capital que no se hubiera sumado al folleto original, un movimiento que generaría una carga elevada sobre el capital del Banco de Bilbao. Un gasto adicional demasiado elevado, apunta, podría generar una «paradoja»: una rebaja de la valoración en el mercado de BBVA, que haría aún menos atractiva la oferta original.
Con todo, González-Bueno sostiene que, por ahora, a BBVA le quedan pocas alternativas. Con una brecha de valor del 15% del capital y sinergias potencialmente cero, la dirección vasca -que, a juicio del consejero delegado, es «racional»- está obligada a moverse. «O mejora sustancialmente la oferta, o se retira. Es de puro sentido común», considera. Aunque Torres continúe con su ofensiva, la dirección sabadellense se declara «tranquila», más aún después de haber establecido la hoja de ruta hasta 2027, que dibuja un panorama favorable para los inversores que decidan mantener al Sabadell en solitario. En concreto, el banco proyecta unas ganancias de más de 1.600 millones de euros y un reparto del capital de 6.300 millones de euros en tres años, muy por encima de la retribución por acción de 2024.

Fusiones, pero no aquí
Contra las consideraciones vascas, que apuntan que la potencial fusión con el Sabadell encaja en la estrategia de la Comisión Europea de consolidar la banca del continente, González-Bueno asegura que la unión bancaria se lograría, en todo caso, con «grandes fusiones transfronterizas de los grandes actores». Es decir, serían CaixaBank, el Santander y el mismo BBVA las compañías expuestas al tipo de operaciones que quiere impulsar Bruselas. «Ha llegado el momento de pensar en grande si queremos competir con los mercados internacionales», ha sentenciado; en un llamado a la «generosidad» de las empresas capacitadas para una consolidación como la que describe. Sobre una posible alianza fuera de las fronteras del Estado español, desde Sant Cugat niegan que haya «visión», sin un proyecto concreto que pueda encajar. «Nosotros no tendríamos sinergias de costos», ha argumentado el primer ejecutivo, que ve lejana una colaboración en estos temas.
Tampoco contempla que el Sabadell aproveche el exceso de capital que prevén en el plan estratégico para emprender alguna adquisición de otro banco mediano del Estado. Se llegó a especular con ofensivas por Abanca o Unicaja, aunque tanto la entidad gallega como la andaluza lo negaron. En las condiciones actuales, González-Bueno no se ha aventurado a negar completamente una «alianza», no solo del Sabadell, sino de cualquiera de los pequeños actores del mercado estatal. Pero sí ha descartado completamente una adquisición. «Para comprar un banco deberíamos hacer una OPA; y las OPAs, en general, no funcionan», ha declarado. Consultado por la exposición del banco a nuevas ofertas públicas en caso de no consolidarse con alguna otra operación, ha negado que haya margen para una nueva ofensiva. «¿Quién nos comprará? Santander es más grande que BBVA, y se encontrará con problemas. CaixaBank, aún más; y dudo que BBVA lo vuelva a intentar», ha enumerado.
Sin euforia en el mercado
Tanto González-Bueno como el CFO del Sabadell, Sergi Palavecino, se han declarado «orgullosos» de la capacidad del Sabadell para continuar su evolución en los próximos tres años. Aseguran, tras las conversaciones con analistas, que la recepción ha sido efusiva. «Los expertos nos dicen que es un plan estratégico ambicioso, pero realizable», sostiene el consejero delegado; una apreciación que, en sus palabras, describe bien las intenciones del banco. Ahora bien, el mercado abierto no ha recibido los resultados con tanto optimismo. Desde la presentación de los resultados, los títulos del Sabadell han ganado un 1,53%, entre cuatro y cinco céntimos por acción. Si bien vuelve a rozar el umbral de los tres euros, no es una subida tan intensa como se podría proyectar tras haber reportado un beneficio récord cercano a los 1.000 millones. Preguntado por el rendimiento tibio en el parqué, González-Bueno ha defendido que «no se preveía un gran reprecio» en las primeras horas, dado que el capital ya había descontado una hoja de ruta a tres años prometedora. «Nos están gustando los comentarios de los analistas, nos quedamos con eso»; ha concluido.