La Comisión Nacional del Mercado de Valores quiere tener claros los detalles de la OPA hostil del BBVA al Banco Sabadell antes de darle luz verde definitiva. Según ha detallado el banco catalán en un hecho relevante publicado este mismo martes, la CNMV ha solicitado «determinadas aclaraciones» en relación con la venta de la filial británica TSB y su encaje con la potencial absorción. En este sentido, el Sabadell sostiene que la operación en el Reino Unido no choca de ninguna manera con un potencial cambio de propiedad.
«No hay ningún aspecto del contrato de compraventa que pueda suponer la asunción de obligaciones por parte de BBVA si la OPA tiene éxito», aseguran desde la entidad. De la misma manera, el acuerdo alcanzado con el Banco de Santander «no se ve de ninguna manera afectado por un cambio de control sobrevenido del Sabadell». Es decir, la directiva que capitanean Josep Oliu y César González-Bueno defiende ante el regulador que la transacción tiene completa solvencia, incluso bajo la sombra de una oferta hostil.
En su comunicado a la Comisión, el Sabadell sostiene que el contrato de compraventa de TSB otorga completa libertad para «continuar conversaciones o negociaciones con terceros respecto de un cambio de control». Además, puntualiza que los acuerdos de no competencia, que sí pesan sobre el banco catalán, no aplicarían al resto de la operativa de BBVA en caso de que la OPA tenga el éxito que espera el presidente Carlos Torres.

En cuanto al dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros, comprometido con el accionariado de cara al primer trimestre del 2026, «no es necesaria ninguna autorización» más allá de la de los mismos inversores. El consejero delegado ha reiterado en varias ocasiones que «la junta es soberana» en este asunto; y tomará una decisión definitiva el próximo 6 de agosto.
El precio final de TSB
Más allá del encaje con la OPA, el Sabadell también ha aterrizado las condiciones finales de venta de la filial británica al Santander. El documento confirma las estimaciones que ya hizo públicas el mismo González-Bueno justo después de anunciar la operación; con un precio inicial de 2.650 libras esterlinas, unos 3.000 millones de euros, que podrían escalar hasta los 3.400 euros si se añade el beneficio de TSB en el momento en el que cambie de manos. El cálculo se ha elaborado sobre un balance consolidado de poco más de 1.826 millones de libras esterlinas, y «se ajustará, al alza o a la baja, en función de la variación positiva o negativa del Valor Neto Contable Tangible entre el 1 de abril del 2025» y la fecha de ejecución de la transacción.