El consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, cuestiona las proyecciones de ahorro del BBVA a raíz de la OPA hostil sobre el banco catalán. Así lo ha expresado en su intervención en la 23ª conferencia sobre servicios financieros globales, organizada por la entidad británica Barclays. Según el primer directivo vallesano, las estimaciones de recortes de costos que ha proyectado la Vela en el folleto presentado a la CNMV el pasado viernes serían demasiado optimistas. Cabe recordar que el presidente del Banco de Bilbao, Carlos Torres, y el consejero delegado, Onur Genç, ratificaron un aumento de las sinergias de 50 millones de euros respecto a la primera versión del abordaje al Sabadell, hasta los 900 millones de euros. A juicio de González-Bueno, este cálculo tiene «problemas muy claros«.
Ya en las primeras impresiones del consejo de administración del Sabadell tras la luz verde a la OPA del pasado viernes, González-Bueno alertaba de un excesivo optimismo en las previsiones de BBVA, así como de varios puntos ciegos en las previsiones de crecimiento y en el calendario de la potencial compra. En las jornadas de Barclays, el directivo ha asegurado que el ritmo de consecución de los 900 millones en sinergias aplica el «rango bajo» del veto a la fusión impuesto por el gobierno español, que va desde un mínimo de tres años -el período que descuenta el banco vasco- hasta un máximo de cinco. Este augurio, a ojos del primer ejecutivo vallesano, es «un poco agresivo». En primer lugar, porque cabe la posibilidad de que el gobierno de turno en 2028 aplique la prórroga que ha previsto el Consejo de Ministros en su fase 3, alargando dos años más el conflicto.
Y, en segundo, porque ejecutar una integración sin agujeros «suele requerir tiempo»; un tiempo que el BBVA no contempla en su calendario. Las sinergias, pues, «no se pueden dar el primer día, inmediatamente después». Cabe decir que tanto Torres como Genç han sido muy explícitos en su optimismo respecto a la logística de la fusión. Los dos dirigentes bancarios sostienen que, con tres años de bloqueo, tendrían tiempo de «preparar» el encaje entre ambas entidades; y que esto aceleraría la consecución de los ahorros y recortes hasta el punto de agruparlos inmediatamente después de la absorción del Sabadell, en caso de que esta se produzca.

Una segunda oferta
En cuanto al precio de la oferta, que el conjunto del mercado ha considerado «decepcionante», González-Bueno ha desestimado el compromiso de Torres, que continúa reiterando que no habrá mejora de la ecuación de canje. El CEO sabadellense prevé que la presente no sea «la última propuesta» que llegue a su mesa, en tanto que la actual es «insuficiente». El canje actual de BBVA ofrece una acción y 70 céntimos por cada 5,5483 acciones del Sabadell, un balance que deja una brecha próxima a los 1.300 millones de euros, con la prima negativa en torno al 9%. Será esta la propuesta que llegue durante esta semana al consejo de administración catalán, que deberá emitir un juicio al respecto antes del día 18 de octubre -con una más que previsible recomendación negativa-.
El accionariado espera a los directivos
Ya en el segundo día del período de aceptación, los accionistas del Sabadell permanecen a la espera de movimientos a ambos lados de la batalla. La Asociación de Accionistas Minoritarios del banco catalán, una de las voces más críticas con el BBVA, ha instado este martes al resto de los inversores a esperar la evaluación definitiva del consejo antes de decantarse por un voto afirmativo o negativo a la OPA. En un comunicado, la entidad ha razonado que el informe de la directiva es «una pieza clave de información que debe ser tenida en cuenta por todos los accionistas». En el mismo sentido, ha recordado a los suyos que, para oponerse, solo será necesario abstenerse de votar, y sus acciones se considerarán no vendidas. A su juicio, en un sentido similar al que ha expresado el consejero delegado, las condiciones que propone la Vela «lejos de premiar la confianza de los accionistas, los castiga: resta valor, aumenta la carga impositiva y recorta la retribución futura». Así, señalan que «la opción más rentable es la independencia».