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empresariado catalán se conjura en el Cercle contra la OPA al Sabadell

Las primeras horas de la 40ª Reunión del Cercle d’Economia se encuentran entre las más agitadas que se recuerdan en el encuentro anual de las élites barcelonesas. Los presidentes del Banc Sabadell, Josep Oliu, y del BBVA, Carlos Torres, coincidieron durante la apertura de las jornadas, con objetivos contrapuestos. Torres protagonizó una extraña visita de su entidad al encuentro, normalmente reservado para los bancos de origen catalán; e intentó infiltrar su posición en un terreno que le es adverso, con otra concentración de líderes políticos y patronales abiertamente críticos con la OPA hostil lanzada en mayo de 2024. Al contrario, Oliu, tal como hizo hace un año, se ha bañado en apoyos económicos. El más destacado, el del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que ha aceptado las tesis vallesanas y busca fórmulas para escuchar el tejido empresarial en su fase 3 de estudio de la operación. A raíz del anuncio de Moncloa, los actores críticos con el Banco de Bilbao se han declarado «eufóricos». «Hay partido», resumía el presidente de Pimec, Antoni Cañete, en una atención a los medios. «Y esta cuestión no es menor».

Torres, que ha limitado su estancia en el Palau de Congressos a la intervención de Sánchez, ha tenido una audiencia muy diferente de la que normalmente disfruta en Madrid. En el centro de la península, donde el alcance del Sabadell no es ni de lejos tan relevante como en Cataluña, el poder económico de BBVA parece suficiente para imponerse a los argumentos vallesanos. En los pasillos barceloneses, sin embargo, las sensaciones son diferentes. Fuentes del mercado financiero han señalado a Món Economia que el anuncio del presidente del gobierno -y, especialmente, el tono de sus declaraciones- hacen pensar que la Moncloa está determinada a dificultar al máximo la absorción del banco catalán. «El punto más contundente que ha hecho el presidente ha sido que Carlos Cuerpo es un técnico; de aquí se entiende que el ministerio pondrá el foco en cuestiones técnicas de interés general», valoran voces presentes en la Reunión. En la presente fase 3, que contará con información del tejido empresarial, el ejecutivo español no podrá prohibir la compra, pero sí que tiene la capacidad de imponer condiciones duras contra la OPA, hasta el punto de vetar una fusión.

La posición de la Moncloa ha encendido los ánimos de muchos de los defensores del Sabadell. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha reclamado explícitamente que el Consejo de Ministros acabe bloqueando la operación. Similar ha sido el llamado del entorno de los Comuns: tanto la líder de la formación en el Parlamento, Jéssica Albiach, como la vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, han subrayado la necesidad de «vetar» la ofensiva vasca. No consta, sin embargo, en la ley de defensa de la competencia ninguna palanca para frenarla en seco. Consultados sobre esta disparidad, desde la patronal catalana apuntan que «es la responsabilidad del gobierno explicar cómo lo harán«.

El presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, conversa con el del BBVA, Carlos Torres, en medio del conflicto por la OPA hostil / ACN
El presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, conversa con el del BBVA, Carlos Torres, en medio del conflicto por la OPA hostil / ACN

Son pocas las opciones de detener en seco la oferta antes de que llegue a los accionistas. Una de ellas parte del recurso contencioso administrativo que Foment del Treball presentó en la Audiencia Nacional contra el estudio de la CNMC, después de que la autoridad española los ignorara en sus dos tests de mercado. El tribunal español lo admitió a trámite a principios del mes de abril. En él, la entidad reclamaba medidas cautelares en una pieza separada, un movimiento que serviría para frenar la OPA mientras se resuelve el conflicto. La patronal espera que se complete el primer paso, un informe de la abogacía del estado valorando las medidas cautelares, que fundamentaría la posterior decisión de la AN. Según han confirmado a Món Economia, prevén que los letrados presenten el documento esta misma semana. A pesar de que la patronal asegura «no tener ninguna indicación» respecto del sentido de la opinión oficial, voces internas se han mostrado optimistas al respecto. «Si la AN ha aceptado el trámite, la abogacía del Estado no los contradecirá», subrayan.

¿Un revés a la CNMC?

Buena parte de los asistentes a la Reunión del Cercle d’Economia leen la nueva iniciativa de Sánchez como una agresión a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. En su primer test de mercado, la autoridad española excluyó cerca de 80 entidades empresariales, sindicales y económicas que pedían participar. Durante las primeras semanas de la prueba, tanto el Sabadell como las administraciones se mantuvieron al margen de la decisión de Cani Fernández. Sin embargo, hacia el final del procedimiento interno, el consejero delegado vallesano, César González-Bueno, abrió la puerta a las críticas al organismo: en una atención a los medios previa a la junta de accionistas, el directivo aseguró que «ignorar el mundo empresarial no es la mejor manera de entender un fallo de competencia» -especialmente cuando este perfora la disponibilidad de crédito a las pymes-.

Diversas fuentes del mundo empresarial, en este sentido, indican que la consulta pública de Sánchez supone un rechazo a la estrategia de Fernández, aunque no todas las voces consultadas confían en las intenciones de la Moncloa. Un dirigente patronal del país califica el movimiento como «una palanca para quedar bien con todos». Especialmente por el dudoso encaje legal del examen: el artículo 10 de la ley de defensa de la Competencia, que desde Foment utilizan para llamar a la paralización política de la OPA, otorga la autoridad para frenar la operación exclusivamente a la CNMC.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, atendiendo a los medios a la salida de la Reunión del Cercle d'Economia / Cercle d'Economia
El presidente de BBVA, Carlos Torres, atendiendo a los medios a la salida de la Reunión del Cercle d’Economia / Cercle d’Economia

El BBVA reduce distancias

Mientras tanto, la decisión de la CNMC a favor del BBVA ha erosionado en solo dos días casi la mitad de la ventaja que el Sabadell acumulaba en la bolsa. Antes de la decisión de Competencia, la prima negativa -el valor favorable al Sabadell respecto de la oferta del banco vasco- se elevaba hasta cerca de los 950 millones de euros, una brecha del 6,9%. Al cierre de la sesión de este jueves, el Banco de Bilbao ganaba cerca de un 1,4%, y sus acciones se sitúan en los 12,44 euros; mientras que la del Sabadell rozaba el estancamiento, con un alza del 0,6% que deja los títulos en los 2,54 euros. Según han confirmado fuentes del accionariado a este medio, la diferencia favorable al Sabadell ha caído hasta el 3,4%. Es decir, por ahora, la OPA hostil infravalora al Sabadell en unos 460 millones de euros.

A pesar de la evolución favorable al banco opante, el accionariado catalán mantiene las críticas a la oferta. «Nadie irá a la OPA para perder dinero», sostiene un representante de los inversores. No lo harán los minoristas, pero tampoco, según defienden las mismas voces, los fondos institucionales. Varios grandes inversores han indicado que podrían mantenerse al margen de la venta. Es el caso de Goldman Sachs, que roza el 2,9% de los títulos y ejerce, además, de asesor de la entidad durante la OPA hostil; o de la aseguradora suiza Zurich, que vehicula su negocio de productos bancarios a través del Sabadell. Las mismas voces añaden uno más: el mexicano David Martínez Guzmán, que ostenta un 3,105% de la compañía a través de su vehículo Fintech Europe. A pesar de que el consenso del mercado lo acercaba a BBVA, los minoritarios consideran que podría expresarse a favor de los catalanes, aún más si la prima continúa en negativo.

El conjunto del mundo económico permanece a la espera, vistas estas disfunciones, de una posible mejora de la oferta por parte de BBVA. Tanto Torres como el CEO, Onur Genç, han negado a menudo que tengan la intención de elevar el precio de la OPA, aunque el mercado presiona para que así lo hagan. Los últimos estados financieros de la empresa revelaban un margen de capital de más del 4% respecto del mínimo establecido por el Banco Central Europeo, hecho que otorgaría cierto margen para elevar la inversión. Sin embargo, una hipotética adquisición cambiaría las condiciones regulatorias, y podría llegar a poner en riesgo la sostenibilidad reguladora del capital vasco. Aún más si la Moncloa prohíbe la fusión, un movimiento que podría tener un costo de capital de 60 puntos básicos, según informaba el banco al regulador bursátil norteamericano durante el tercer trimestre de 2024. «Imagínate decir ahora a tus accionistas que el Sabadell valía tanto, pero que ahora vale mucho más», ironiza uno de los inversores presentes.

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