La implementación de la inteligencia artificial en el mundo empresarial es uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno español. De este modo, la modernización y digitalización de todo lo tejido productivo es clave para el adelanto del sector. Sin embargo, y teniendo en cuenta la naturaleza del empresariado del territorio, que se compone de pequeñas y medianas empresas, el Estado abre la puerta a ayudas que puedan amenizar el proceso. Un estudio de la consultoría
El 45% de las pymes españolas considera que implementará nuevas tecnologías como el ChatGPT u otras herramientas de IA en los próximos años. Esta cifra que se expone en el estudio de la consultoría confirma, pues, la voluntad empresarial de continuar avanzando para integrar nuevas tecnologías en los sistemas productivos y administrativos de las compañías. No es de extrañar, pues, que el gobierno estatal también apunte cabe esta dirección y lo haga con un aumento de las líneas de ayudas para el sector. Siguiendo esta línea, el Consejo de Ministros ha aprobado la nueva Estrategia de Inteligencia Artificial (IA) en España, que contempla una dotación de 1.500 millones de euros por 2024 y 2025 y el objetivo de los cuales es reforzar y desarrollar las palancas para continuar posicionando el territorio de una manera más potente y eficaz. Cómo uno de los principales pilares de esta inversión, se destinan 650 millones para programas de impulso y adopción de IA en pymes, a través de los programas del Kit Digital (para digitalización de empresas); y otros 400 millones con cargo al Fondo Next Tech, destinado a proyectos innovadores de IA, entre otros.

De hecho, esta implementación no es un capricho de las empresas, sino que el 65% de estas considera que el uso de herramientas de IA generativa como ChatGPT entre las tecnologías emergentes necesarias para afrontar el reto de modernizarse. A pesar de no ser una obligación, pues, la percepción del sector es que es necesario incrementar la apuesta por las nuevas tecnologías para no quedarse obsoleto. “La irrupción de la IA ha supuesto un antes y uno después en términos de la automatización de procesos, mejora en la precisión de los datos, seguridad y la accesibilidad remota, explica Casimiro García, CEO de
La factura electrónica, el primer paso por la conversión tecnológica
En la era digital actual, la inteligencia artificial y la factura electrónica continúan consolidándose como herramientas fundamentales para agilizar los procesos administrativos, mejorar la eficiencia y reducir costes en las pymes. Ahora bien, el que hasta ahora era una herramienta opcional para la mejora de los procesos, se acabará convirtiendo en una obligatoriedad para la mayoría de autónomos y pequeñas empresas, tal como se estableció en la Ley 18/2022, de 28 de septiembre, de creación y crecimiento de empresas, conocida como la Ley Crea y Crece. Tal como indica el artículo 12, «todas las empresas y autónomos tendrán que expedir y remitir facturas electrónicas en sus relaciones comerciales con otras empresas y autónomos». En este sentido, en 2025, aquellas pymes y autónomos que facturen menos de 8 millones de euros tendrán la obligación de utilizar facturación electrónica.
Esta realidad choca con la implementación real de las nuevas tecnologías que tienen las empresas del territorio. El 47% de las pymes todavía presenta un nivel bajo o mínimo de adopción digital. Aun así, el deseo y la realidad son dos cosas diferentes y el 45% de las empresas también argumenta que esperan hacer una inversión en tecnología alta o muy alta, porque es un elemento crítico para la competitividad. Es por eso, pues, que el Estado está intentando buscar la manera de financiar estos proyectos con ayudas públicas, puesto que en un tejido productivo compuesto de empresas pequeñas, es completamente necesaria una política pública capaz de apoyar a estas iniciativas a través de ayudas.



