El hub de electromobilitat liderado por las empresas QEV y Btech trabaja a contrarreloj para conseguir inversores por su proyecto. El sustituto de Nissan en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona está buscando financiación privada para acceder a los 65 millones de euros de fondos europeos del Perte del vehículo eléctrico concedidos a finales de año. De momento, el consorcio de 18 empresas todavía no ha levantado el capital suficiente y está trabajando en varias rondas de financiación que rondan los 80 millones de euros. «Estamos en el proceso final», delegado de QEV, Joan Orús, que ha asegurado que «se confirmarán grandes inversiones en verano». Esta situación, pero, ha hecho reunir a sindicatos, administración y empresa, porque si no se consiguen el dinero para justificar la inversión europea, se tendría que volver el total de la ayuda.
La reindustrialización de la planta de Nissan ha dejado bastantes frentes abiertos, así como diferentes cuestiones que se tienen que tratar más allá de la adjudicación de los terrenos, que después de meses de demoras, acabaron siendo por hub de electromobilitat. Aun así, las ayudas del Perte no son completamente a fondo perdido y el dinero que se pidieron se tienen que justificar con grandes inversiones que todavía no se han hecho efectivas, a pesar de que la compañía remarca que no hay que sufrir. Orús ha apuntado que ya se han hecho las ampliaciones de capital de dos millones de euros provenientes de QEV y Btech para empezar a contratar personal, pagar el mantenimiento, el alquiler de la nave de Moncada y los acuerdos del traspaso de activos con Nissan. En este sentido, los impulsores del proyecto ya están trabajando en nuevas inversiones.
Los sindicatos ven la situación con «preocupación»
Paralelamente, pero, los sindicatos ven la situación con «preocupación», puesto que los trabajadores de la antigua fábrica de Nissan perderían las prestaciones del paro el enero de 2024. Todo y la certeza de su relocalización en el nuevo hub, no hay garantías que llegue a tiempo.
Para intentar encontrar cierta seguridad en las afirmaciones del hub, los sindicatos pidieron información completa del proceso de investigación de inversión privada, petición a la cual el hub accedió, pero pidió margen hasta finales de julio. «Fue un punto de control, para ver como evoluciona la inyección de capital», ha explicado Miguel Ruiz, portavoz del sindicato Sigen-Sir Usoc. En este sentido, podría haber cierto punto de tranquilidad, puesto que parece que la compañía continúa trabajando de manera intensa con los posibles inversores que darían el capital necesario para poner en marcha el proyecto.