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Desfallecimiento del BBVA: la OPA al Sabadell fracasa con un 25,47% de aceptación

El BBVA ha caído con todo el equipo. Según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se habría quedado en un 25,47% de aceptación de la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell. De esta manera, la operación queda sin efecto, en tanto que la ofensiva no ha llegado al 30% que exigía el folleto para renunciar a la condición del 50% de acciones y acceder a una potencial segunda OPA. Así, la oferta cae completamente, y todos los accionistas del Sabadell se quedan con sus títulos de la entidad catalana, como si no hubiera habido un proceso de compra. Según ha informado la misma entidad en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, retomará su plan de retribución a los accionistas. Es decir, utilizará el capital restante que tenía guardado para acometer la adquisición del Sabadell para acelerar el dividendo y las recompras de acciones.

Según el recuento publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, han acudido a la OPA del BBVA poco más de 1.270 millones de acciones. Se trata de un 25,33% del capital social del Sabadell; si bien se traduce en poco menos del 25,5% de los derechos de voto por la exclusión de las acciones en la autocartera catalana. El escenario, cabe decir, era completamente inesperado para el mercado: los principales actores financieros ya asumían que las adhesiones se elevarían, como mínimo, hasta el 30%; y que la Vela lanzaría una segunda OPA para intentar incorporar el resto del capital sabadellense. Ahora, el presidente Carlos Torres enfrenta el peor escenario posible, que evidencia el escaso atractivo de la operación que habían planteado a los inversores.

El CEO del BBVA, Onur Genç / EP
El CEO del BBVA, Onur Genç / EP

Un recuento insuficiente

La cifra del 25% ya circulaba por Madrid en las últimas semanas: de hecho, constaba en los cálculos de adhesiones que avanzó el digital OkDiario unas horas antes del fin del período de aceptación, el viernes de la semana pasada. Aun así, el mercado asumía que aún quedaba por llegar una avalancha de adhesiones, correspondiente a los fondos institucionales. Especialmente a los inversores activos, el 35% del capital del Sabadell, que la Vela consideraba aliados indispensables y que, finalmente, no se han movilizado a su favor. Cabe recordar que el Banco de Bilbao se había asegurado públicamente solo un 8% de las acciones del banco opado: se habían pronunciado a favor el magnate mexicano David Martínez Guzmán, con poco menos de un 3,9% de los títulos; los fondos de gestión activa de BlackRock, con un 0,5% de los derechos de voto; el fondo Algebris, con el mismo medio punto porcentual; y alrededor de un 3% de los títulos en manos de los minoritarios, que evidenciaron un rechazo masivo a los postulados de Carlos Torres.

La cúpula vizcaína también contaba con un porcentaje elevado de los derechos de voto en manos de los fondos indexados, aquellos que invierten en el conjunto del Ibex-35, que ostentan un 20% del Sabadell. El mercado esperaba que estos perfiles, con el gigante BlackRock a la cabeza, dedicaran alrededor de la mitad de las acciones que atesoraban, en línea con las proyecciones de los analistas para la aceptación de la OPA. No ha sido así, finalmente: las adhesiones definitivas dejan claro que la base de los cálculos del BBVA tenía, como mínimo, agujeros.

Los institucionales de gestión activa, por su parte, ya habían avisado, en sus escasas intervenciones ante los medios, que preferían el escenario de la segunda OPA. La gestora independiente Bestinver, la más grande del Estado, optó por vender las acciones en el mercado abierto, vista la alta volatilidad que abriría el BBVA en caso de lanzarse a comprar el Sabadell en metálico. Vista esta negativa, varios fondos de inversión de características similares se habían sumado a las consideraciones del vehículo de capital de Acciona, dando pistas de la mala acogida que habrían tenido en el mercado las condiciones propuestas por Torres. Aun así, la mayoría de observadores de los mercados financieros mantenían la previsión de compra de entre el 30 y el 50% del banco catalán; una estimación que, finalmente, se ha revelado excesivamente generosa.

Fachada del edificio ‘La Vela’, del BBVA en Madrid / EP
Fachada del edificio ‘La Vela’, del BBVA en Madrid / EP

Próximos pasos

El BBVA ya ha reconocido su derrota. En un comunicado facilitado a la CNMV, ha intentado eliminar del mapa el recuerdo de la OPA, y ha saltado al «ambicioso plan estratégico» -aún no ratificado por los accionistas- que presentó el pasado mes de julio. En el documento, Torres agradece «a los accionistas de Banco Sabadell que han depositado su confianza en el proyecto de unión» que quería imponer la Vela. Se empeña en dejar atrás la derrota, después, para asegurar que el consejo de administración «mira al futuro con confianza y entusiasmo». «Tenemos un banco en el mejor momento y una hoja de ruta clara para crear valor para los accionistas», ha añadido.

Cabe decir que los escasos analistas que planteaban el escenario de un fracaso tan estrepitoso como este lo veían como una salida positiva para el banco. Varios actores del mercado, del tamaño del banco británico Barclays, habían situado el objetivo de cotización vasco en torno a los 18 euros, unos tres euros por acción por encima del valor actual. El gran lastre para alcanzar este potencial, aseguraban, era la misma OPA, y la inestabilidad que la ha acompañado desde el lanzamiento en mayo de 2024. De esta manera, y tras unos vaivenes inevitables a la salida de un proceso como una OPA hostil, no es descartable que los títulos del Banco de Bilbao inicien una escalada de precio importante en lo que resta de curso.

Por su parte, el Sabadell es un misterio. El mismo Oliu ha reconocido en varias ocasiones, ante accionistas y prensa, que una retirada de la OPA podría conllevar una rebaja temporal de la cotización del Sabadell, por la salida en tromba de los inversores oportunistas que buscaban rendimientos asociados con la venta al BBVA. A medio plazo, sin embargo, la proyección también es positiva: según los cálculos del consejo de administración, el precio objetivo de acuerdo con los fundamentales financieros del banco debería oscilar entre los 3,8 y los 4,2 euros la acción, un cálculo que ratifican especialistas del calibre de GVC Gaesco. Además, volverían a mirar hacia el Sabadell perfiles de inversión a largo plazo, que a menudo descartan cualquier valor afectado por una OPA. A pesar de la derrota sin paliativos de Torres, pues, ambos bancos podrían salir beneficiados de la que ha sido la gran batalla empresarial de la década.

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