Los sindicatos no ven claro que la reindustrialización de Nissan empiece el año que viene, tal como anunciaban los participantes del nuevo proyecto hace unas semanas. Los trabajadores, que están muy cerca de agotar las prestaciones de paro, han reclamado en los gobiernos que presionen el sustituto del fabricante japonés, el Hub Tech Factory –liderado por QEV y Btech–, porque cumpla los compromisos. A pesar de que según las compañías la situación está controlada, fuentes conocedoras explican que en 2024 no será un año con el rendimiento productivo previsto, sino más de transición y que en 2025 las producciones ya arrancarán con más fuerza. Es por eso que el secretario general de CCOO de Cataluña, Javier Pacheco, pidió en una asamblea que se planteen la retirada las ayudas públicas que tienen que recibir para salir adelante el proyecto, que, en un inicio, tenía que dar trabajo a 600 personas a este año, cifra que se acabó rebajando a unos 300.
En concreto, los sindicatos han puesto sobre la mesa este viernes que el proyecto que más preocupa es el de QEV que es lo primero que tenía que empezar a producir. Recientemente, la compañía ha salido a la bolsa de Ámsterdam. En paralelo, hay 330 trabajadores que están haciendo cursos de formación a través del Conforcat con el compromiso de ser contratados por el hub. Por estas formaciones, las empresas han recibido 2,1 millones de euros por parte de la Generalitat. Además, se está trabajando otra línea de formación de FP dual para contratar trabajadores antes de empezar a producir, a través de la cual se recibirían 13.200 euros por trabajador.
En el caso de Btech, los sindicatos ven con más buenos ojos las negociaciones con otras marcas. A la vez, piden que se concreten ya los acuerdos y apuntan que está teniendo problemas para conseguir todas las piezas necesarias para producir los modelos que Nissan le había prestado. La empresa ha anunciado esta semana que ha cerrado una ronda de financiación de la marca Ebro de 20 millones de euros.

La esperanza rae en la china Chery
La esperanza que el proyecto salga bien está puesta en el acuerdo que se está trabajando con la marca china Chery, que podría fabricar hasta 50.000 coches de la marca Omoda a la fábrica ubicada en la Zona franca de Barcelona. Si las conversaciones con Chery fructifican, se podrían contratar 150 personas en la primera mitad de 2024 y la misma cifra el segundo semestre, unas 300 en total. Precisamente, el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, ha viajado a China esta semana, donde espera reunirse con directivos de la compañía. Aun así, los sindicatos lamentan que dos años después, y con las prestaciones de paro que caducan en enero, la situación todavía continúe al aire.