Cupra, la marca ‘prémium’ de Seat, ha vendido más de 150.000 coches en los primeros ocho meses del año 2023. Según anunciaron los responsables de la compañía, esta la cifra representa un aumento del 60% respecto al mismo periodo del año pasado. Este aumento de las ventas, hay que recordar, ayudó, y mucho, al buen resultado de Seat durante el primer semestre del 2023, puesto que la automovilística catalana obtuvo un beneficio operativo récord de 371 millones de euros. Estos resultados significaron volver a los números verdes después de perder 97 millones los primeros seis meses del 2022 a causa del impacto de la crisis de los semiconductores.
Las ganancias estuvieron claramente influenciadas por las ventas de Cupra, que ha registrado el mejor primer semestre de la historia con 107.300 coches entregados, y también por una mejora de la eficiencia y unos volúmenes más grandes de producción de los vehículos Seat gracias a la mejora de los suministros. En total, las ventas superaron los 7.411 millones de euros, con un incremento del 37,8%.
¿Desembarco en Estados Unidos?
El director ejecutivo de Cupra y CEO de Seat, Wayne Griffiths, también confirmó que la marca se prepara para aterrizar al mercado norteamericano, como parte de la estrategia de globalización del grupo Volkswagen, una estrategia que el año pasado ya llevó Cupra en Australia. Ahora bien, de momento, aseguró Griffiths, están “evaluando opciones de producción” dentro de las tres plantas que Volskwagen tiene en los Estados Unidos y México.
“Nuestros planes van en una dirección positiva: probar la marca con clientes potenciales en estados como California, donde los resultados han estado realmente alentadores”, ha añadido. No es la primera vez que Griffiths menciona la posibilidad que la compañía haga el salto en los EE. UU., puesto que desde 2022 plantea que es una marca “muy deseable” en este mercado.
Aun así, el CEO de Seat añadió que su entrada en el país norteamericano dependerá de la creación de un producto “adecuado” para los clientes americanos, es decir, coches más grandes de los que se vienen a Europa, pero con proyección mundial. Griffiths también añadió que están estudiando “una cartera específica” de automóviles y una estrategia de distribución concreta para el mercado norteamericano. “Si vayamos a los Estados Unidos es solo con coches eléctricos”, destacó el directivo, al mismo tiempo que añadió que para una apuesta como esta necesitan inversiones y continuar creciendo en volumen y beneficios.