El consejo de administración de Criteria, el holding empresarial de la fundación ‘La Caixa’, ha nombrado este jueves a Àngel Simón como nuevo consejero delegado. El presidente ejecutivo de Agbar y vicepresidente de Veolia tomará el relevo de Marcelino Armenter a partir del próximo 31 de enero. Durante la misma reunión que ha servido para elevar Simón, el consejo ha ratificado también la posición de Isidre Fainé como presidente de la corporación durante cuatro años más. Criteria ha celebrado el rol de Fainé en la «consolidación» de la empresa, que ocupa el primer lugar en el accionariado de empresas del nivel de CaixaBank o Naturgy. El directivo, alaban, ha «reordenado y diversificado» la cartera de activos del holding, que escala ya hasta los 26.000 millones de euros.
Simón llega a la dirección de Criteria después de más de cerca de tres décadas en Aigües de Barcelona, compañía a la cual se añadió en 1995 como delegado en Portugal. El ya consejero delegado ha llevado a cabo sus funciones también fuera de las fronteras del Estado, con la dirección de la chilena Aguas Andinas a partir del 1999 o la vicepresidencia del canal de Suez entre el 2013 y el 2022. Así, toma el relevo de Armenter, presente al organigrama de Criteria desde el 1985. Miembro del consejo de administración del holding desde el 2019, ya había ocupado la dirección general de Criteria desde el 2013. Además del nombramiento de Simón y la reelección de Fainé, el consejo de administración ha aprobado la renovación de varios miembros, así como el nombramiento del vocal Juan José López Burniol como nuevo vicepresidente primero del holding.
Escalada en el presupuesto
Más allá de los nombramientos en el seno del consejo de administración, Criteria ha confirmado también sus cuentas para el año 2024. El presupuesto del holding para el curso entrante llegará a los 600 millones de euros, una escalada interanual del 12%, cuando se quedó en los 538 millones. Así, el grupo se da más margen para inversiones como por ejemplo la dedicación a proyectos sociales, que asciende hasta los 7.000 millones de euros en la última década y media con programas centrados en las iniciativas sociales y culturales.
