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El coste de la energía lastra el negocio del sector químico

Lo sector químico sufrirá a final del 2023 las consecuencias del alza de los precios energéticos. En una industria especialmente exigente en cuanto al uso de energía, la escalada inflacionista ha asestado un importante golpe a las cifras de negocio: la facturación de las empresas que se dedican caerá, según las estimaciones de la patronal sectorial Feique, un 6,8% en comparación con el cierre del 2022, hasta los 83.000 millones de euros. Los elevados costes de la energía se han unido a una caída de la demanda, relacionada, en una industria eminentemente exportadora, con el alza de tipo de interés. El retroceso, en cifras absolutas, será de unos 6.000 millones de euros en términos interanuales, con un ínfimo aumento de la producción que no llegará al 1%.

Justo es decir que el comportamiento a la baja del sector responde, en parte, a unos considerables efectos de base. Durante el 2022, la subida de precios fue, de hecho, positiva por a la industria química: el encarecimiento generalizado durante el curso pasado elevó la facturación hasta los 90.000 millones. Según la patronal, si bien la energía también había logrado máximos de precios históricos en aquel momento, la dinámica demanda interna e internacional compensaba los gastos acumulados. Con la caída de esta demanda, principalmente causada por el enfriamiento económico que llega de la mano de los tipos de interés, este equilibrio «no se podrá dar», en palabras de la presidenta de Feique Teresa Rasero.

Una torre de distribución electricidad - Europa Press
Una torre de distribución electricidad / Europa Press

Ya en la segunda mitad del 2022, la química empezó a notar una bajada en la demanda tanto interna como externa que no acabó de hacer retroceder sus ingresos. Durante el 2023, el intenso recorte en el acceso a crédito de los clientes sí que ha golpeado el sector, con la ralentización de las compras por parte de empresas de ramas como por ejemplo el automóvil o la construcción, profundamente ligados a la política monetaria y las posibilidades de acceso a financiación. En Cataluña, además, se podrá notar especialmente este golpazo, en cuanto que el químico es el sector protagonista absoluto de las exportaciones del país mis detrás mes.

Rebote para el 2024

Desde Feique muestran un «ligero optimismo» en cuanto a los resultados de cara al 2024, cuando prevén una recuperación de la facturación del 2,4%, con un aumento de la producción superior en su punto. Aun así, un posible rebote de los costes energéticos –que ya afecta los precios de los carburantes, entre otros– bote volver a cambiar la salud de la industria. Los precios energéticos, alerta Rasero, pueden poner la industria ante una «situación complicada» si no hay respuesta de las administraciones. En este sentido, el director general de la patronal, Juan Antonio Labat, ha planteado la posibilidad de establecer una «tasa industrial»; un precio marcado para el sector químico que elimine la volatilidad que la escalada de la electricidad impone sobre los balances. «La reforma del mercado eléctrico no arreglará los precios», lamenta Labat, apuntando que un tratamiento especial es esencial para «competir con otros países como Francia y Alemania».

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