Cellnex cambia su modelo de crecimiento y profundiza el proceso de desinversiones. Después de años de potente crecimiento inorgánicos -con compras extensivas a todos los mercados clave de la Unión Europea- la compañía dirigida por Marco Patuano busca reducir la deuda con ventas de algunos de sus activos empresariales. Si el pasado jueves va cerrar una operación por el 49% de Cellnex Nordics, la filial en Suecia y Dinamarca; ahora encarga a el Banco Santander la venta de su rama en Irlanda, valorada en unos 1.100 millones de euros. Según ha avanzado el diario
Cellnex cerrará así su periodo en Irlanda, que comenzó el 2019 con la compra de Cignal, para la que invirtió unos 210 millones de euros. Durante los cuatro años en que la compañía catalana ha operado en el país, ha multiplicado por más de cuatro sus emplazamientos de conectividad, con unos 2.474 en la actualidad por los menos de 550 presentes en el momento del aterrizaje en la república irlandesa. Similar era la situación de Nordics, que cuenta con 4.600 emplazamientos. Justo es decir, pero, que el control de la firma del norte de Europa se mantendrá en manos de Cellnex, que espera, de hecho, construir unos 2.400 puntos de conexión más en la región. «Cellnex gestionará el día a día del negocio en colaboración con Stonepeak», que entra como accionista minoritario.
Cambio de rumbo
Las desinversiones, pues, apuntan a un intenso viraje hacia el crecimiento orgánico, con una reducción importante del gasto y de la deuda. Así lo establecieron el noviembre del 2022, encara con Tobías Martínez como CEO de la multinacional. En este sentido, Patuano -actual consejero delegado- ha asegurado que la venta de Nordic, la única de las dos ya cerrada, supone «otra pasa importando» hacia el logro del grado de inversión otorgado por la agencia de