Las empresas catalanas han captado 1.131 millones de euros de los programas vinculados a los fondos europeos de recuperación Next Generation desde el 2021. Según datos de la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat ACCIÓN, durante los dos primeros años de disponibilidad del financiación comunitaria, Cataluña ha aterrizado más del 21% del total de las ayudas que han llegado al Estado español. El protagonismo ha estado, además, claramente asignado a la pequeña y mediana empresa: de los 967 negocios catalanes que han conseguido capital de los NGEU en los últimos dos ejercicios, un 90% son pymes.
Cataluña ha estado, además, especialmente reconocida por sus proyectos de éxito: un 23,3% de las empresas beneficiarias de los Next Generation EU en el Estado son catalanas. Así, cerca de una de cada cuatro compañías que ha presentado proyectos competitivos para recibir el capital comunitario desde el Estado han venido del tejido de negocio del país. Su distribución territorial es, pero, marcadamente desigual, con un elevadísimo porcentaje de las beneficiarias situadas a la demarcación de Barcelona. En concreto, un 55,6% del total tienen la sede a la comarca del Barcelonès; mientras que un 14,9% se sitúan en el Baix Llobregat, y un 9,2% operan desde el Vallès Occidental. Ninguna otra comarca supera el 5% de la asignación.
Gestión local
El departamento de Empresa i Treball, si bien ha celebrado los logros de las empresas catalanas durante los años posteriores a la pandemia, ha recordado la necesidad que los fondos europeos se gestionen y se asignen desde el territorio. En este sentido, el consejero Roger Torrent ha subrayado la «capacidad del Gobierno para llegar más directamente a las empresas», insistiendo a la exigencia planteada por la consejera d’Economía i Hisenda Natàlia Mas. Los fondos europeos, apostilla Torrent, son «claves, especialmente en los sectores más estratégicos».
Así, Torrent ha descrito el capital comunitario como una «palanca fundamental para la competitividad de las empresas catalanas». Un país de pequeña y mediana empresa como Cataluña, reitera el consejero, necesita este tipo de inversión para «hacer los saltos tecnológicos necesarios para incorporar disrupciones y transiciones» a las cadenas de valor de las compañías del país. En este sentido, ha celebrado el protagonismo de las pymes dentro de los programas comunitarios, el que describe como «el núcleo duro del tejido empresarial de Cataluña». La pequeña empresa, asegura el titular de Empresa y Trabajo, «es la protagonista del proceso de reindustrialización del país».